¿Comprar poco pero bien, es cosa del pasado? Si existen acciones que hacían nuestras abuelas y madres y que hay que retomar en estos tiempos es la de saber escoger bien las prendas de vestir. Se tenía poca ropa pero en telas que permitían mantener esas prendas en el armario en perfectas condiciones por mucho tiempo.
Si quiere dejar de perder el tiempo al intentar siempre de ir diferente y al final estar siempre igual porque no usa todo tu armario, entonces debe tener un armario estilo básico, atemporal, lleno de cápsulas (prendas básicas por su estilo desligado de la moda) que le permitan disfrutar de un guardarropas inteligente y funcional.
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Opte por lo ecológico, siguiendo las 4R (reciclar, reutilizar, reducir y recuperar) y vuélvase consciente del impacto del hiperconsumo de la moda en el planeta y busque marcas responsables medioambiental y socialmente. Haga una búsqueda de las marcas que lo respetan y si en el país se elaboran y confeccionan prendas con fibra natural o de materiales reciclados como el plástico, primero opte por estas para apoyar ese trabajo artesanal.
Además: Lo más importante es cómo talle la ropa
Haga una limpieza de armario para lograr las 4R. Divida en varios grupos su ropa: primero lo que aún representa su estilo actual para los diferentes ámbitos en los que se mueve. El segundo, los básicos que lucen con todo por ser atemporales y de colores neutros. El tercero, con lo que es de calidad. El cuarto, grupo con lo que debe arreglar y nunca hizo. El quinto, lo que le gusta pero nunca usó. El sexto, lo que no usa desde hace más de un año. El séptimo, lo que no le queda y lo que no le gusta más. El octavo, lo que sin duda regalarías.
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Los tres primeros grupos son los más importantes, el resto encontrará que muchas de esas prendas va a eliminarlas porque no las usa nunca o las seleccionará para combinarlas por fin con alguna otra de los primeros tres grupos. Es necesario que este ejercicio se repita días después del grupo cuatro al octavo, para ir depurando más.
Uno de los pasos más importantes para tener una nueva mente de compradora es ir a tiendas de segunda mano, hacer intercambios con amigas, y preferir siempre aquellos diseños que se puedan renovar o reutilizar durante mucho tiempo.