Pobladores de la ciudad de Jinotega participaron este domingo de un plantón y una caravana donde mostraron su rechazo contra de los crímenes perpetrados por la Policía Nacional y los simpatizantes orteguistas, pese a la intimidación a la que son sometidos.
La caravana tenía como punto de partida la salida sur de la ciudad, pero los manifestantes denunciaron una fuerte presencia policial y paramilitar por lo que se cambió el punto de concentración y se realizó un plantón cívico en el atrio de la iglesia Nuestra Señora de los Ángeles. Los autoconvocados decidieron llegar al barrio Sandino, que continúa siendo vigilado por la policía.
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“Claro que tenemos miedo de salir, pero no vamos a dejar de manifestarnos por todas las muertes y las injusticias hacia nuestros hermanos jinoteganos, por todos los perseguidos y todos los que estamos siendo amenazados, Jinotega no está normal, esta militarizada, pero esto no nos va a detener en nuestro derecho”, dijo un manifestante.
La actividad también fue dedicada a los despidos de los maestros y las familias del barrio Sandino, quienes son víctimas de amenazadas. Los manifestantes pintaron cruces en los puntos donde fallecieron Leyting Chavarría, de 16 años, Benito Rodríguez, de 34 años, y Bryan Picado, de 22 años, las últimas víctimas de la represión orteguista.
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Las madres de los asesinados también llegaron a manifestarse. María Felicita Blandón, madre de Bryan Odonel Picado y quien fue combatiente sandinista en los años 80’s portaba una fotografía de su hijo en brazos. Blandón ha reiterado que seguirá apoyando la lucha por la memoria de Picado.