De acuerdo con el sitio web Buena Vida, del diario El País, Popeye el Marino (personaje de tiras cómicas) nos engañó, ya que las espinacas no tienen tanto hierro como él lo hacía creer cuando el las comía para tener fuerzas en los dibujos animados.
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Todavía la lechuga contiene más hierro, según reveló un estudio.
Las espinacas al tener mucha fibra y moléculas como el ácido oxálico (la de las piedras en el riñón) que secuestran el hierro, su absorción es bastante pobre. En aquella época (1929, cuando salió Popeye), en las tablas del contenido en hierro de los diferentes alimentos, las espinacas se situaban en la cima, pero por un error.
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Actualmente se conoce que los alimentos más ricos en hierro son la carne de hígado, las almejas o la levadura de cerveza. Hay legumbres ricas en hierro como las judías o los garbanzos, aunque su absorción no es tan buena por la fibra que contienen.