Con un físico bien trabajado y una tranquilidad contagiosa se veía Melvin López durante el pesaje oficial en Estados Unidos, en donde enfrentará este viernes al mexicano José María Cárdenas por el título NABA de las 118 libras.
Los días de martirio por marcar la categoría quedaron en el pasado para el joven López. Marcó 117 libras, una menos de la pactada como muestra del gran trabajo en la preparación, entretanto su oponente tampoco tuvo problemas y pesó 117.8. Ligeramente más alto, el púgil azteca no tenía su cuerpo definido como el nicaragüense.
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Y es que Chema, como es conocido el boxeador azteca no era el designado para chocar contra Melo. Hasta hace 12 días López confiesa que fue notificado. En primera instancia se enfrentaría al chileno Robinson Lavianza de 30 años y 13 triunfos, cuatro derrotas y dos empates, no obstante, el chileno aceptó una mejor oferta para pelear en Puerto Rico contra Luis Lebrón el 1 de septiembre, obligando a los promotores del evento a buscar un reemplazo.
Pero Chema presenta más peligro que el rival anterior. A sus 21 años y un récord de 16 victorias y dos derrotas, es evidente el poder en sus puños debido a que ha noqueado a 13 oponentes. Melo hasta el momento posee 10 triunfos por la vía del nocaut, y más que un púgil de poder es muy habilidoso y su ritmo noqueador es por la forma en la cual abruma a sus contrincantes.
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Desde su marcha a Estados Unidos a trabajar con Osmiri “El Moro” Fernández se ha reconcentrado y ha sido evidente su mejoría sobre la tarima. “No conozco nada de rival porque no hay videos de sus peleas, pero puedo asegurar que esta es de mis mejores preparaciones. Ya mi cuerpo no me permite bajar a 115 libras me desgastaría mucho”, comentó López, además asegura que su condición física ha sido lo primero en que ha trabajado.
“Entreno cada vez más y no me detengo. La velocidad es otro punto importante, tengo más confianza y he estado entrenando con buenos sparrings y por el aumento de la categoría me siento todavía más fuerte”, indicó Melo.