Sería un error subestimar al mexicano Moisés Fuentes, tan grave como sobredimensionarlo. Debemos entonces, hacer un esfuerzo para colocarlo en la perspectiva correcta.
Tenemos que partir que al igual que Román “Chocolatito” González, trata de relanzar su carrera después de sufrir tres caídas en sus últimos cuatro combates, dos de ellas por nocaut.
La diferencia es que se trata de talentos distintos. González ha sido un fenómeno que impactó al mundo con su boxeo elegante y su devastador poderío.
Moisés Fuentes ha sido un muchacho esforzado, que en algunos momentos emitió chispazos de poder escribir una llamativa historia, pero cuando parecía hacerlo, se vino hacia abajo.
“Chocolatito” podría no añadirle nada a su carrera y ya está en el Salón de la Fama. De modo que no existe ningún tipo de comparación entre estos dos pugilistas.
El único punto en el que sí hay similitudes, es que a los dos les gusta el fajo, no andan con especulaciones. Van al grano. Y eso nos hace creer que habrá nocaut mañana.
Claro, dejando establecido que Román tiene muchos más recursos boxísticos y un estilo más refinado. Fuentes sí es más alto (1’69 metros vs. 1’60) y tiene mayor alcance (1.73 vs. 1.63 metros).
Fuentes ha dicho que se va a parar a intercambiar metralla con González. Eso le conviene al nica, boxeador que pelea hacia adelante y muy hábil combinando su gancho de izquierda y recto de derecha.
Fuentes no es un muerto, tampoco es un fenómeno. Al igual que todo mexicano, es fajador, dispara ambos manos con poder y le gusta estar en la línea de fuego, pero recibe muchos golpes del oponente.
Entre sus rivales destacan campeones mundiales como Donnie Nietes, Francisco Rodríguez, Iván Calderón y Oswaldo Novoa, al igual que Raúl García, a quien despojó para su primer título.
Claro, cuando revisamos el historial del “Chocolatito” vemos que es superior en todo, pero la incertidumbre radica en cómo vendrá el nica y eso es lo que más importa ahora.
Fuentes no debería ser un rival que le quite el sueño al “Chocolatito”, pero subestimarlo, sería un grave error. Román debe ser agresivo, como de costumbre, pero con cautela.
Al final, debe ganar el nica y antes del límite.