En otro intento de aparentar de que todo volvió a la normalidad en el país, la Alcaldía de Managua recientemente inauguró cursos de natación en el complejo de piscinas Michele Richardson, que fueron estrenadas en los Juegos Centroamericanos 2017.
El sitio, que consta de una piscina para calentamiento y otra olímpica, después de finalizados los Juegos Centroamericanos se ha usado pocas veces; pero ahora está abierta al público todos los días de la semana cuando está por cumplirse cinco meses de la crisis.
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El cronista deportivo Agustín Cedeño, concejal del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), reconoció que es positivo hacer uso de las instalaciones deportivas que quedaron de los Juegos Centroamericanos del año pasado, solo que lo ve sospechoso que se lanza la convocatoria de los cursos cuando la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) suma 481 personas muertas.
Se trata de víctimas de la represión del gobierno que atacó a los manifestantes, inconformes con Daniel Ortega, desde el 18 de abril pasado.
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“Lo que en Nicaragua está pasando es que lo anormal se está volviendo normal y por eso a través del deporte tratan cambiarle la cara a la crisis, pero no creo que eso funcione porque más de la mitad del país ven que las cosas no están bien”, manifestó Cedeño.
Pero la insistencia de la comuna para aparentar normalidad en Managua va más allá del curso de natación.
También ha intentado borrar las pintas contra Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo y realizar actividades recreativas en los fines de semana, principalmente en la Avenida Bolívar.
En esta zona de Managua, la comuna y otras instituciones del Estado montan actividades los fines de semana para reavivar la visita de ciudadanos, porque desde que está la crisis ha disminuido notablemente, más durante las noches. Ortega insiste en decir que su gobierno fue víctima de un intento de golpe de Estado.