Este miércoles debería de ser la bajada de San Miguel Arcángel en Masaya, pero no se escucha explosión de cohetes. La noche anterior tampoco hubo palo lucio, solo reinó el silencio. Lo mismo sucederá este jueves con el santo patrono, San Jerónimo. El pueblo sigue de luto asegura el párroco de la iglesia San Miguel, Edwin Román.
El sacerdote, que da testimonio de toda la represión que se vivió en Masaya a manos de grupos paramilitares y la Policía Nacional desde abril, aseguró que este año no habrá bajada del santo, lo que no impide que los promesantes visiten los respectivos templos con devoción y oración. De hecho, el novenario de San Miguel inicia el jueves a las 6: 30 a.m., después de la misa, y el próximo 29 de septiembre, la población puede llegar a pagar sus promesas, e incluso, pueden llevar marimba, dijo.
Estas fiestas son las más largas a nivel nacional, y antes de la bajada de San Jerónimo, San Miguel sería recibido por una ovación de feligreses en el atrio de la Iglesia, en el mismo lugar donde el pasado domingo 9 de septiembre el párroco Román fue empujado por el comisionado general de la Policía Nacional, Ramón Avellán.
Aunque la Iglesia ha orientado que las fiestas patronales en las diferentes ciudades del país se caractericen por un ambiente de oración y sobriedad, el Gobierno por medio de sus comunas orteguistas tratan de imponer la “normalidad” con el desarrollo de sus propias actividades.
Este es el caso de la ciudad de Masaya, la Alcaldía publicó a través de su cuenta oficial en redes sociales un amplio programa de actividades que incluye la reapertura del mercado de Artesanías, que resultó quemado en dos ocasiones durante los momentos más álgidos de la represión contra la ciudadanía autoconvocada.
La Alcaldía asegura que habrá procesión de la imagen de San Jerónimo, y para ello utilizarán una réplica que pertenece a la familia de uno de los integrantes de los peañeros tradicionales, también se utilizará el 30 de septiembre, propio día del santo, y en la falsa celebración de la tradicional Octava, el 7 de octubre.
En un comunicado emitido por la propia parroquia el 8 de agosto especifica que “no tendremos procesiones con la imagen de San Jerónimo”. Para el párroco Román, la actitud de realizar actividades como las fiestas patronales implican “una burla a Masaya, estar bailando y estar gritando con tantos muertos que han habido (…) eso es una bofetada que le están dando a los Masayas”, expresó el sacerdote.
También explicó que la feligresía y las cofradías han estado de acuerdo en la forma cómo se conmemorará a San Miguel Arcángel y a San Jerónimo, ya que “cómo van a estar bailando sobre la sangre de los muertos”, indicó el párroco Román.
Asedio contra la Iglesia
Después del asedio que vivió el sacerdote Román el domingo 9 de septiembre, el día lunes, por la tarde, integrantes que iban en una manifestación sandinista patearon la puerta mayor de la Iglesia. En el templo aún se pueden ver las huellas dejadas por los impactos de balas durante la represión.
Cuando hay manifestaciones, explica el sacerdote, los simpatizantes de gobierno pasan gritando. El cura aconsejó al pueblo cristiano aferrarse a la oración, y como ciudadano, no dejarse amedrentar, ya que hay que tener valor para defender los derechos.
Suspenden otras celebraciones
En un comunicado del Gran Torovenado del Pueblo, Elías e Israel Rodríguez Zelaya, informaron que el Torovenado del Pueblo y los Ahuizotes se celebrarán en un ambiente de oración y sobriedad, contrario al jolgorio que caracteriza a ambas actividades. En la primera, principalmente, se ridiculiza al poder.
Explican que en correspondencia con las recomendaciones del mayordomo de San Jerónimo 2018, párroco José Antonio Espinoza, no se debe exponer “al que verdaderamente hace estas fiestas, el pueblo llano, al que se le debe respeto, cuido y protección”.