Un equipo como el Bóer, que fue estructurado con el bateo como su fundamento, concentró todos sus esfuerzos en la búsqueda de picheo, y de esa forma, logró adquirir el balance necesario para volverse una tropa compacta, con grandes oportunidades de ser campeón.
¿No puede fallar el Bóer? Claro que puede fallar. En beisbol no hay nada garantizado y menos si el rival en la Final es un conjunto como los Dantos, con características muy similares: bateo potente y una defensa solvente e incluso, con un picheo original mucho más eficiente.
El Bóer cerró la campaña como el equipo de mejor bateo (.322), pero quienes le siguieron fueron los Dantos (.309). La tribu fue también claramente superior en potencia, al disparar 45 jonrones, contra 18 de los Dantos, superados también en otros departamentos, como anotadas (322 a 267).
Sin embargo, los Dantos lanzaron mucho mejor que el Bóer (2.80 vs. 3.79), que fue directo a buscar lanzadores y ha agregado a su staff a Berman Espinoza, Wilton López y Fidencio Flores, para adquirir ahora una configuración distinta a la mostrado en un principio como equipo ofensivo.
Esos tres brazos, más Róger Marín, le dan al Bóer el equilibrio necesario para convertirse en un equipo balanceado ahora. Es más, creo que se trata de un conjunto claramente superior al que disputó el título hace dos años ante los mismos Dantos, quienes lo vencieron.
No obstante, a lo interno de los Dantos, la declaración es que, si el año pasado, el Frente Sur pudo pasar encima de esos tiradores leoneses (López y Flores) hasta vencerlos, ellos también pueden. Y tiene sentido. Los Dantos tienen mejor talento que el combativo Rivas.
Lo que sucede es que en el beisbol intervienen una serie de variables que lo hacen impredecible. En esta etapa de la campaña, hay un tipo de jugador que se crece, pero en cambio, otros se apagan. Hay lesiones, inconsistencias y decepciones y no se dispone de mucho tiempo para hacer ajustes. Eso aumenta el drama.
Quizá lo más importante, es que avanzaron a la Final los dos equipos de más envergadura y hay elevadas expectativas sobre el nivel de juego que deben mostrar. Al Bóer no le ha ido bien con los Dantos en Finales (1987 y 2016) . A lo mejor es momento de ajustar cuentas.
Pienso que el Bóer es favorito, pero por un margen muy estrecho, pero ya veremos qué sucede en el terreno, que es donde se deciden los partidos.
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