La mayoría de productores cafetaleros, tanto individuales como organizados en cooperativas, han tenido que contratar a sus familiares para el corte de café de la cosecha 2018-2019 en el municipio de San Juan del Río Coco, en Madriz, esto ante la falta de jornaleros tradicionales que han emigrado a otros países centroamericanos en busca de mejores condiciones.
A partir del 12 de octubre empezó a madurar el grano verde del café de las fincas y haciendas de los más de 4,800 productores cafetaleros existentes en esta zona cafetalera de Madriz, donde sale un 60 por ciento de la producción de café oro de la región de Las Segovias.
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“Está bastante difícil conseguir a esta altura mano de obra tradicional porque muchas de las familias del campo que nosotros sabíamos contratar para este mes de octubre, en que se inician los preparativos en las fincas, ya salieron hacia Costa Rica, Honduras y El Salvador en busca de mejores condiciones de vida”, explicó Edmundo López Muñoz, presidente de la Cooperativa José Alfredo Zeledón, en San Juan del Río Coco.
Ese mismo problema lo enfrentaron en el ciclo productivo del año pasado, donde para retener a los pocos jornaleros tradicionales que lograron contratar, les aumentaron el pago de la lata de café cortado y les mejoraron las condiciones de alimentación y de habitación en las fincas y haciendas.
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Zeledón indicó que los 300 socios vienen contratando normalmente en cada cosecha unos 2,000 jornaleros para ir trabajando desde el mes de octubre en que inician los preparativos, hasta en marzo en que termina la sacada del último saco de café.
Pérdidas de café
“Este año esperamos sacar unos 16 mil quintales de café. El año pasado teníamos la misma meta pero ante la falta de cortadores más de 2 mil quintales se perdieron en el suelo”, expuso el productor Edmundo López Muñoz.
Javier Antonio Meneses Tercero, cafetalero individual de la comunidad de Samarcanda, manifestó que este año tendrá nuevamente que poner a trabajar a unas ochenta personas, entre ellos familiares. “Parte son de la familia para que saquemos los 1,200 quintales que producimos en la finca, porque este año tampoco hemos encontrado mano de obra tradicional porque ya salió la gran mayoría del país por la actual crisis que vivimos”, expuso.
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El caficultor Eugenio Martínez García, de la comunidad Las Brisas, dijo que los caficultores de ese municipio no lograron obtener préstamos bancarios ni de las microfinancieras por la desconfianza de la banca ante la crisis actual del país.
Mientras que Rosa Ester Moncada Lazo, de la comunidad de San Antonio de Las Nubes, explicó que la falta de cortadores en las fincas cafetaleras se debe al creciente cultivo del tabaco en la región de Las Segovias, y que ha absorbido la mano de obra tradicional del café, además de la inestabilidad del país que los ha hecho emigrar a países vecinos.
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“El año pasado teníamos 120 cortadores y ahora solo tenemos unos 20 trabajadores del campo. También el mal estado de los caminos por la falta de mantenimiento ante la falta de voluntad e interés del alcalde orteguista Asisclo Laguna Mairena”, explicó.