Desde el año 2000, el equipo con el mejor balance en las Grandes Ligas ha capturado el título de la Serie Mundial solamente cuatro veces, es decir, un 22 por ciento de los casos. Significa que, incluso, estos pujantes Medias Rojas, no lo tienen garantizado.
La buena noticia para los ardientes fanáticos de Boston, es que de esos cuatro casos, dos han sido los Medias Rojas. Primero lo hicieron en el 2007. Luego en 2013. Los otros dos son los Cachorros del 2016, y desde luego, los Yanquis del 2009.
Ganar la Serie Mundial no es cosa sencilla. Intervienen factores que van más allá del talento como la inspiración, la presión y el carácter. Muchas estrellas se apagan y surgen héroes inesperados, mientras se batalla con lesiones, clima y expectativas, tanto de fanáticos como de críticos.
¿Quién podría ganar la Serie Mundial? Por supuesto, Boston tiene gran oportunidad. Es un buen equipo en el sentido literal del término, talentoso, acoplado y comprometido. Impuso récord de más victorias para su franquicia, pero aún busca la gloria de octubre.
Sin embargo, creo que el favorito para ganar la Serie Mundial es Houston, quien se impuso el año pasado a los Dodgers, en un duelo de mucha electricidad y que ahora ha vuelto con un equipo incluso mejor que el que acabó el ayuno de gloria en 2017 para esa organización.
Ante los Indios, cuyo picheo es de los más solventes de las Mayores, los Astros se desbordaron con su ataque. Acumularon .327 de forma colectiva, con 1.037 de OPS como equipo. Dieron más jonrones (8) que las carreras que admitieron a la tribu (6).
Su combinación de Justin Verlander y Gerrit Cole se ha vuelto feroz. Además tienen a Dallas Keuchel y un cuerpo de relevistas que mostró una gran solvencia. Claro, ahora van a tener la prueba difícil de superar a Boston, pero los Medias Rojas también van a enfrentar su más riguroso examen.
Boston vs. Houston es una rifa de gran calibre. Una batalla digna de los dos mejores equipos de este año en la Liga Americana, que seguro se partirán el alma en busca de la gloria.