La agonía del profesor Juan Bautista Guevara Carballo, originario de Ticuantepe, crece cada vez que suspenden su juicio a solicitud del Ministerio Público. Lleva tres suspensiones en una semana. “Pido apoyo para los presos políticos que no se olviden de nosotros. Sufrimos un calvario en esas celdas oscuras y aislados”, dijo Guevara, a su abogada Verónica Nieto.
Lo acusan de entorpecimiento al servicio público y portación de arma de fuego, porque cargaba dos casquillos de balas que antimotines dispararon contra una pobladora, en uno de los días de protesta social, en el que manifestantes fueron reprimidos a balazos y a punta de gases lacrimógenos.
Su expediente está radicado en el Juzgado Tercero Local Penal de Managua, donde el juicio no ha concluido a petición de la Fiscalía. Ahora fue reprogramada para el 22 de octubre.
Políticos de barrio son testigos
A Guevara lo acusan también de haber colaborado en los tranques del kilómetro 14 por la rotonda de Ticuantepe, y en los ubicados en el kilómetro 15 y 16 de la carretera a Masaya.
Uno de los testigos contra el profesor es el político de barrio Erick Sandoval, quien entre abril y mayo lo amenazó de muerte, valiéndose de su impunidad por pertenecer al Frente Sandinista, partido del régimen. Los otros seis son policías orteguistas que practicaron su detención con ayuda de los políticos de barrio.
Su abogada Nieto está clara que prueba contra el profesor no hay, pero deben esperar el descenlace del juicio.
Guevara fue detenido el 4 de septiembre, un día después de participar en una marcha en apoyo a cinco profesoras que corrieron del Instituto Público de Ticuantepe porque presuntamente sus hijos andaban de “golpistas” en marchas y plantones en demanda de democracia.