Las marchas cívicas que demandan una Nicaragua libre, justa y democrática evidencian “una conciencia social” en la población en contra de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, valoró el analista político Bosco Matamoros.
“En esta revolución ciudadana se ha visto algo muy importante y es la conciencia social de los ciudadanos por ver a una Nicaragua libre, justa y democrática, donde funcione la institucionalidad”, destacó.
La represión
Sin embargo, el analista cuestionó una vez más la falta de civismo, capacidad y coherencia del sistema político para dar respuesta a la crisis que el país atraviesa desde el pasado 18 de abril, cuando iniciaron las protestas ciudadanas y Ortega ordenó reprimirlas, dejando un saldo de muertos que oscilan entre 322 y 528, según organismos de derechos humanos.
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“Veo una conciencia social de la ciudadanía que libre, espontánea y pacíficamente demanda un cambio, demanda democracia e institucionalidad; pero vemos a una clase política con la misma cultura caudillista, clientelista, y eso ha paralizado el cambio que el país necesita”, explica Matamoros.
Además de los muertos, los organismos de derechos humanos han reportado miles de heridos, centenares de encarcelados, miles de ciudadanos exiliados, mientras continúan los secuestros y los juicios inventados por los jueces y la Policía al servicio del dictador para procesar a los manifestantes que rechazaron la continuidad de la dictadura.
Matamoros añadió que la falta de cultura política no permitió que se llegara a una negociación durante el Diálogo Nacional, que se desarrolló entre el 16 de mayo y el 16 de junio, porque Ortega jamás tuvo voluntad de conversar sobre el tema de la democracia ni sobre la justicia para las víctimas de la masacre que se rehúsa a aceptar.
A juicio de Matamoros, en esta crisis política, causada por la represión del gobierno de Ortega, “ha perdido el país por una gran crisis social, económica, política y diplomática internacional”.
Ortega debilitado
De acuerdo con Matamoros, Ortega está debilitado por la masacre estatal contra la población civil y desarmada, pero además señala que el dictador a lo largo de sus años como gobernante “en vez de construir institucionalidad, creó ficción o sea instituciones sin funciones”.
“Precisamente eso ha debilitado a Ortega y el sistema político debe llevar a cabo la evolución del respeto a los derechos humanos y el respeto a la institucionalidad”, aseguró el analista político.
Partidos sin credibilidad
“Los partidos políticos tienen que reinventarse para adquirir credibilidad y modernizarse, porque la idea es cómo juntar esa conciencia social ciudadana que ha emergido con potenciales actores políticos, para poder construir una alternativa político social al partido de gobierno. De modo que haya una alianza de transitoriedad con el objetivo de llevar a cabo cambios que comiencen con las reformas electorales que nos conduzcan a elecciones transparentes”, aseguró el analista político, Bosco Matamoros.