Ronald Iván Henríquez Delgado, líder del Movimiento Campesino Anticanal en Rivas, fue secuestrado el pasado sábado por cuatro paramilitares que llegaron a su casa en una camioneta color gris.
La denuncia fue interpuesta ante el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) por la hermana de Henríquez Delgado, Teresa de Jesús Henríquez.
Esta explicó que los sujetos aparecieron en la casa de su hermano a las 4:00 p.m. del sábado y le dijeron que tenían que hacerle varias preguntas, a lo que el líder campesino contestó que lo hicieran sin rodeos, pero en su casa. Entonces, los hombres se lo llevaron a la estación policial de Rivas.
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Su hermana fue a la estación el domingo para entregarle comida, que fue recibida. Asimismo, le entregaron parte de sus pertenencias; sin embargo, la billetera, las tarjetas de crédito, débito y dinero en efectivo no fue devuelto.
Este lunes, la hermana de Henríquez Delgado se enteró que había sido trasladado a las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como el Chipote, dijo Braulio Abarca, abogado del Cenidh.
Abarca explicó que en el caso no se presentó una orden de detención, tampoco estaba en una persecución policial ni tenía delito en flagrancia, por lo cual se considera como una detención ilegal o secuestro.
De esta misma forma se han ejecutado varias capturas de personas ligadas a la lucha cívica en contra del régimen orteguista en diferentes departamentos del país. El líder campesino, originario de Tolesmaida, Buenos Aires, había sido apresado por la Policía Orteguista (PO) en el 2014, también por participar en las protestas, pero en esa ocasión, del Movimiento Campesino Anticanal.
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Henríquez también participó en su localidad de las protestas pacíficas contra el régimen y había asistido a varios encuentros con organizaciones internacionales de derechos humanos, como Amnistía Internacional.
Según Abarca, desde inicios de octubre, el Cenidh recibe de seis a diez casos de detenciones ilegales por semana y pese a que algunas de las personas han sido liberadas, eso no obvia que hayan estado en una situación de detención arbitraria, y que incluso hayan sido víctimas de abuso excesivo de la fuerza.
Igualmente, la PO registró la vivienda de Henríquez. Unos ocho oficiales de la PO se presentaron el domingo a la casa de este sin ninguna orden y con una actitud agresiva, empezaron a buscar en la casa y le preguntaron a su hijo de 14 años dónde se encontraba su padre, pero este les respondió que ellos eran los que sabían dónde estaba (lo habían capturado el sábado).
Acto seguido, le mostraron un arma y unos tiros al adolescente y le preguntaron que si pertenecía a Henríquez, a lo que el adolescente respondió que el arma de fuego no era propiedad de su padre, posteriormente tomaron fotografías de toda la casa y se marcharon.
Otros líderes campesinos se han convertido en presos políticos, entre ellos Medardo Mairena y Pedro Mena Amador. Ambos fueron detenidos el 13 de julio en el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino.
La Fiscalía los acusó de terrorismo, crimen organizado, asesinato, secuestro simple, robo agravado, entorpecimiento de servicios públicos, lesiones y daños en perjuicio de 23 víctimas, entre estas el Estado de Nicaragua.
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País lleno de “delincuentes”
La Policía Orteguista (PO) presentó este martes a un grupo de las 121 personas capturadas la semana pasada; estas supuestamente son responsables de diversos delitos.
Estas capturas son parte de los resultados del Plan de Seguridad de Managua, que ejecuta la PO, aseguró el comisionado general Sergio Gutiérrez, segundo jefe de la PO en Managua. La versión de la institución dice que desarticularon cuatro agrupaciones delincuenciales, denominadas como los Cheyos, los Plof, Odil y los Pailas.
Cabe mencionar que la PO ha sido señalada por la misma población y organismos de derechos humanos por responder al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo y reprimir las protestas pacíficas del pueblo. También han trabajado con paramilitares en la “operación limpieza” y, finalmente, criminalizaron las protestas.