Pese a que en los 207 días de crisis unas cuatrocientas pequeñas empresas del sector industrial han cerrado operaciones y se prevé terminar el año con una caída del 0.5 por ciento en el sector, las autoridades del mismo aseguran que lo peor vendrá en 2019, porque la producción estará limitada.
La razón es la escasez de financiamiento. Además, el incremento de los requisitos que, debido a la situación, han comenzado a imponer los compradores, dificultará la colocación de productos nicaragüenses en el mercado internacional; por ello, insisten en que debe retomarse el diálogo para encontrar una solución política que permita atenuar la crisis económica.
La crisis surgió en abril, cuando el Gobierno reprimió a la población que en las calles demandaba desde entonces un cambio de gobierno y justicia para las víctimas de la represión, la cual ha dejado entre 325 y 528 asesinados.
“Las pymes se han venido cerrando. Nosotros teníamos afiliadas más de 1,300 pymes y alrededor del 30 por ciento se han venido cerrando y otras están operando al 40 y 50 por ciento de su capacidad. También hemos tenido cierre de industrias medianas (que no se han contabilizado)”, afirmó el presidente de la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin), Sergio Maltez.
Principales afectaciones
Las pymes afiliadas a Cadin que han cerrado operaciones en los últimos meses, pertenecen principalmente a los sectores textil-vestuario, cuero-calzado y panadería. Dichos cierres, además de contribuir a la reducción de la actividad económica, también han hecho su aporte al incremento del desempleo.
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Según el Monitoreo de las Actividades Económicas realizado por el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) y la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), entre abril y septiembre 417 mil personas fueron despedidas o suspendidas de sus empleos y de ese total, al menos 13 mil laboraban en el sector de la industria manufacturera.
Retomar el diálogo
“Por eso venimos repitiendo hace varios meses que necesitamos que el Gobierno se siente a dialogar, hay que buscar la manera para poder llegar a ese diálogo que tanto estamos anhelando para de alguna manera poder paliar esta crisis económica”, sostiene Maltez.
Sin embargo, el ejecutivo se ha negado a conversar y ha socavado el Diálogo Nacional desde el 16 de mayo, acusando a los obispos de la Conferencia Episcopal de ser “golpistas”.
Más cierres
Entre las socias de la Red de Empresarias de Nicaragua (REN) también hay cierres que aún no se contabilizan.
“Todavía no puedo dar números, pero hemos visto que ha venido evolucionando, nosotros hemos realizado varias encuestas y en la primera había como un 30 por ciento que había cerrado temporalmente, Masaya fue desastroso, tuvieron que cerrar muchas y en Granada también, en Managua un poco menos”, detalló Marina Stadthagen, directora ejecutiva de la REN, quien dice además que la organización trabaja con cuatrocientas empresarias.
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Aunque algunas empresas han mostrado signos de recuperación, para Stadthagen es difícil determinar cuánto les tomará a las empresas que cerraron reanudar operaciones. Pero se están realizando esfuerzos para que las empresarias adapten sus productos a las nuevas necesidades del mercado.
Lo más grave será en 2019
Maltez considera que lo más grave está por venir, ya que el año está por concluir y hay que enfocarse en conseguir el financiamiento para garantizar la producción del 2019 y en firmar los contratos con el fin de exportar dicha producción.
“Miramos muy difícil el 2019, sobre todo por el tema del financiamiento, que en algunos lugares se ha mantenido, pero en otros las puertas se están cerrando y obviamente si se comienza a buscar financiamiento internacional, los bancos del exterior se fijan mucho en si se mantienen o no las alertas país y sobre todo en (el deterioro) del riesgo país, entonces eso de alguna manera vendrá a acrecentar (el deterioro de) la situación económica”, explicó Maltez.
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A la falta de financiamiento que enfrenta el sector productivo para garantizar a la industria la materia prima que se procesa para enviar al exterior, se suman los obstáculos que han comenzado a aparecer en el mercado internacional para colocar los productos nicaragüenses.
Según Maltez, como el año está por concluir, muchos de los contratos de exportación ya estaban firmados y los productos están saliendo, pese a las dificultades que en las últimas semanas enfrentaron con la logística de las aduanas, que también han elevado las exigencias y los cobros. Pero en los próximos meses hay que negociar los convenios de venta para el 2019.
“También viene el tema de la zona franca con las marcas, porque ellos renegocian sus contratos cada tres meses pero con todo esto que estamos viendo, con las campañas negativas que se están dando en Estados Unidos para no comprar productos nicaragüenses, obviamente esto afecta”, reveló Maltez.
Aunque todavía ninguna marca se ha retirado del país, según el presidente de Cadin, el peligro persiste mientras no se levanten las alertas que emiten países a sus ciudadanos ante la inseguridad que vive el país.
Emprendedores se reinventan para sobrevivir
Según el Instituto Nicaragüense de Desarrollo (INDE), en medio de la crisis sociopolítica que enfrenta el país “reinventarse” es la estrategia más adecuada que pueden desarrollar los emprendedores para mantener a flote sus empresas.
“Hemos visto una increíble capacidad de las emprendedoras para adaptarse, algunas que estaban vendiendo por ejemplo un producto, se dieron cuenta que no era viable y se transformaron inmediatamente para producir otra cosa que estaba teniendo más demanda en el mercado con el fin de salir adelante con un nuevo esquema”, dijo Marina Stadthagen, directora ejecutiva de la Red de Empresarias de Nicaragua (REN).
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Mientras las grandes y medianas empresas enfrentan dificultades para seguir operando por carecer de financiamiento, las pymes tienen que sortear otros obstáculos.
De acuerdo con Stadthagen, las grandes empresas siempre han usado los bancos para financiar sus actividades, “pero la mayoría de emprendedores se financia con sus ahorros y los de sus familias, y esa tendencia se mantiene”.
Sin embargo, Stadthagen admite que aunque la mayoría de las pequeñas empresas no tiene acceso a financiamiento bancario, las pocas que lo han recibido están enfrentando problemas para cumplir con sus obligaciones, por lo que uno de los grandes retos actualmente es enseñarles a renegociar sus deudas.
La advertencia de Dogu
El 29 de octubre pasado, la embajadora saliente de Estados Unidos en Nicaragua, Laura Dogu, explicó al describir la situación del país que los inversionistas en el país deben estar conscientes de los riesgos financieros físicos, financieros y de reputación empresarial de hacer negocios en Nicaragua. “En la economía global de hoy, las empresas no pueden permitirse asumir riesgos de reputación. Ya he visto campañas en los EE. UU. preguntando a las empresas por qué están comprando productos de Nicaragua. Estas campañas son similares a las campañas de los “diamantes de sangre” que provienen de África”, explicó.