A diferencia de otros años, este sábado hubo poca asistencia de pobladores al festival de El Güegüense, que organizó la Alcaldía y el Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur) en Diriamba. Los trabajadores de pequeños negocios y centros comerciales miraron el desfile de lejos. Poca gente salió de sus casas para ver el evento.
El punto de partida del carnaval, donde se vio una copia de la danza clásica náhuatl, fue el estadio de futbol Caciques del Diriangén. El carnaval recorrió las principales calles de la ciudad, concluyendo en el parque central, contiguo a la iglesia católica San Sebastián.
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“A mí me parece que es una burla lo que están haciendo, no hay nada que celebrar, ese dinero lo hubiesen ocupado para otras cosas. Aquí hay muertos, hay presos políticos, madres que lloran a sus hijos, hubo heridos y de ajuste nos ponen un bozal inventando leyes para que el pueblo no salga a protestar a las calles, estamos en tierra de nadie, sometidos a una represión por el
simple hecho de pensar diferente o por no estar de acuerdo con este sistema de gobierno”, dijo la pobladora Marlene Espinoza.
Rebeca Narváez, quien se encontraba comprando ropa en una tienda cercana a los juzgados, dijo que “para mí es una falta de respeto, el gobierno sigue con su actitud cínica, descarada, como si nada hubiese pasado, cuando la población sigue de luto y esto va a acabar, hasta que se haga la verdadera justicia, porque aquí nada está normal”, sostuvo.
Con el fin de aparentar normalidad en el país, bandas rítmicas de colegios públicos de los municipios de Diriamba y Jinotepe acompañaron en recorrido a la obra bailable.
Las actividades iniciaron en horas de la mañana con una conferencia magistral del historiador y escritor diriambino, Jaime Serrano. Hubo concursos de pinturas y exposición de murales alusivas a dicho festejo y la presentación de grupos folclóricos y musicales.
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El tradicional baile, a cargo de Luvy Rappaccioli, no salió este año a las calles de Diriamba precisamente por los más de 500 asesinados por la represión gubernamental. Rappaccioli manifestó que Nicaragua está de luto.
El 25 de noviembre del año 2005, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) otorgó un reconocimiento mundial a “El Güegüense o Macho Ratón”, al declararlo Patrimonio de la Humanidad. Este domingo la obra cumplirá 13 años de haber recibido esa distinción.