A pesar de que hay una orden de libertad para el maratonista Alex Vanegas, quien se convirtió en un símbolo de las protestas contra la dictadura, este permanece detenido arbitrariamente desde hace 35 días en la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como el Chipote, simplemente porque la Policía Orteguista (PO) no acata la orden judicial.
A criterio de abogados, Vanegas nunca debió ser arrestado por la PO y aunque la Fiscalía lo acusa por “escándalo público”, este tipo de faltas penales no llegan a ser delito y aunque fuera condenado su castigo sería una multa.
Alex Vanegas debió ser liberado desde ayer pero la Policía Orteguista no acata la orden judicial. @laprensa pic.twitter.com/rLknj99fR7
— Ivette Munguia (@Ivymunguia) December 6, 2018
Byron Vanegas, hijo de Alex Vanegas, dijo que el maratonista sigue en la cárcel a pesar que la orden de libertad fue emitida por una juez el pasado miércoles y explicó que en el penal no le han brindado información.
“En el Chipote no dan noticias de él (Vanegas), simplemente lo tienen preso. Es una detención ilegal pues la jueza dijo (dictaminó) que prácticamente había anulado la orden de captura… Yo desde ayer (miércoles) ando con ese documento (la orden de libertad), pero no he podido hacer nada, no me dieron noticias”, expresó el hijo del maratonista.
Correr no es un delito
El abogado de la Comisión Permanente de los Derechos Humanos (CPDH), Pablo Cuevas, explicó que Vanegas en ningún momento debió ser detenido puesto que correr no es ningún delito y la PO ha violado los derechos de Vanegas en varias ocasiones y cayó en desacato judicial.
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“Hemos venido dando acompañamiento en las siete detenciones de que (Vanegas) ha sido víctima. Ustedes saben que (la última vez) fue detenido de manera ilegal el 2 de noviembre mientras ejercía un derecho constitucional”, dijo Cuevas. Sin embargo, esa no es la única violación a los derechos del maratonista; hace una semana, cuando se realizó una audiencia en su contra, la juez no aceptó que un abogado de la CPDH lo representara legalmente.
“Como don Alex no estaba presente en la audiencia (el juez) decretó la rebeldía, a pesar de que nuestro abogado le manifestó que don Alex estaba detenido en la Dirección de Auxilio Judicial, dijo el juez que él no iba a tomar en cuenta lo manifestado y que él no sabía que estaba detenido, a pesar del argumento de nuestro abogado de que esto (el arresto) había sido muy público”, agregó Cuevas.
El abogado indicó que actualmente el mismo judicial ordenó la liberación para Vanegas, porque la acusación por “escándalo público” no conlleva a delito y no existe ninguna razón para que permanezca detenido. Además, aunque haya una orden de libertad, Vanegas deberá acudir a los juzgados el 30 de enero de 2019 para conocer la acusación que hay en su contra.
Cuevas explicó que las faltas penales no se castigan con cárcel: “De ninguna manera, incluso si fuera condenado él tendría que pagar más o menos treinta días multa, estamos hablando de un monto, no de cárcel, la cárcel podrá (aplicarse) si él no paga ese monto, de lo contrario no, y mucho menos hay medidas cautelares de prisión porque (la falta) no llega ni a delito”.
Secuestrado
Vanegas está secuestrado por la Policía Orteguista desde el pasado 2 de noviembre.
Ese día fue secuestrado por la PO cuando se encontraba en el cementerio Milagro de Dios, donde había llegado con una bandera azul y blanco a dar el pésame a familias con parientes asesinados por el régimen Ortega-Murillo.
Cuando el maratonista cumplió veinticinco días de ser capturado de forma ilegal y arbitraria por la Policía, se le notificó que sería procesado en los tribunales por “escándalo público”.
La notificación la hizo el Juzgado Tercero Local de lo Penal. En dicho documento le hicieron saber que se había dictado detención en su contra desde el 19 de noviembre.
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Vanegas se convirtió en un símbolo de las protestas porque cargaba, mientras corría, una pancarta que decía “Corro para correr a Daniel”, refiriéndose al dictador de Nicaragua, Daniel Ortega.
Símbolo de protesta
Vanegas se hizo popular en las marchas azul y blanco por su singular forma de protestar contra la dictadura orteguista. Él comenzó corriendo en las rotondas de Managua y en poco tiempo se unió a las marchas, plantones y toda clase de actividad de la población autoconvocada que demanda justicia para las víctimas de la represión.
En varias ocasiones, Vanegas denunció que recibió amenazas y agresiones por parte de los simpatizantes del Gobierno, que no toleran a quienes protestan contra el ejecutivo. En una ocasión irrumpieron en una propiedad suya y agredieron a sus inquilinos.
Alex Vanegas tiene 62 años y algunos discos de la columna vertebral desgastados, pero eso no le ha impedido correr por la causa de la libertad del país.