El banco central estadounidense celebrará el 18 y 19 de diciembre su última reunión del año sobre política monetaria, en la que se prevé que anuncie una nueva subida de los tipos de interés.
Después de tres incrementos a lo largo de 2018, los intereses de referencia se encuentra en el rango de entre el 2 por ciento y el 2.25 por ciento.
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Recientemente el presidente de la Reserva Federal de Nueva York, John Williams, destacó el momento positivo en Estados Unidos y reiteró la intención del banco central de avanzar en su gradual ajuste monetario.
“Tenemos una economía bastante fuerte –el desempleo bastante bajo, la inflación cerca de nuestro objetivo–, se trata solo de gestionar un aterrizaje suave, manteniendo esta expansión para los próximos años”, afirmó Williams.
La meta es que una inflación anual del 2%
La Reserva Federal (Fed) cuenta con un doble mandato de promoción del pleno empleo y estabilidad de precios, y ha fijado su meta de inflación anual en el 2 por ciento.
El último cálculo de evolución del producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos en el tercer trimestre del año situó la expansión en la primera economía mundial en una tasa anualizada del 3.5 por ciento.
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El dato entre julio y septiembre acerca la promesa del presidente estadounidense, Donald Trump de llevar el crecimiento a un ritmo anual del 3 por ciento, impulsado por un enorme plan de estímulo fiscal, aprobado en diciembre de 2017, que incluye notables recortes de impuestos para las empresas y, en menor medida, para los trabajadores.
El progresivo aumento del precio del dinero por parte de la Fed, sin embargo, ha despertado el enfado del mandatario, quien lamentó que estas subidas de los tipos de interés pongan en riesgo la aceleración de la economía.
Trump no está contento con las decisiones de la Fed
En unas declaraciones que rompen con el tradicional respeto por la independencia de la Fed, el mandatario ha asegurado que no está “para nada contento” con las decisiones del organismo dirigido por Jerome Powell, designado por el propio Trump.
Powell, por su lado, he evitado replicar al presidente y ha insistido en que los datos respaldan el ritmo de ajuste monetario gradual y progresivo.
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Mientras tanto, el índice de desempleo en Estados Unidos se mantuvo en el 3.7 por ciento en noviembre, y sigue en cifras no vistas desde 1969, aunque la creación de nuevos puestos de trabajo se frenó hasta los 155,000.
Pese a la moderación de las contrataciones, los salarios continuaron al alza, señal del buen momento en el mercado laboral estadounidense, informó recientemente el Departamento de Trabajo en su reporte mensual.
Hacia el pleno empleo
La economía estadounidense continúa así en un nivel cercano al pleno empleo, con una tasa de desempleo del 3.7 por ciento, pero la creación en noviembre de 155,000 nuevos puestos de trabajo quedó por debajo de las expectativas de los analistas, que pronosticaban 190,000.
Uno de los principales focos de atención del informe es el auge en los salarios, que aumentaron de media un 0.2 por ciento en noviembre, hasta situarse en un promedio de 27.35 dólares la hora.
En los últimos doce meses, los salarios se han incrementado en un 3.1 por ciento de media y se espera que sigan subiendo debido al impulso que mantiene el mercado laboral.
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El incremento salarial interanual supera por segundo mes consecutivo el alza interanual del 3 por ciento, algo no registrado desde 2009.
Por su parte, la tasa de participación en la fuerza laboral, la proporción de estadounidenses que se encuentran empleados o buscando empleo, se mantuvo sin cambios en noviembre, en el 62.9 por ciento.
“Este es el tipo de informe laboral que permite a la vez calmar a la Reserva Federal (Fed) un poco. No, no estamos justo al borde del sobrecalentamiento y también mantener el discurso de un sólido crecimiento en la creación de empleo que, de continuar, seguirá impulsando a la baja el desempleo”, indicó Justin Wolfers, profesor de Economía de la Universidad de Michigan.