Al mismo tiempo que el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) sesionaba este viernes para abordar la situación en Nicaragua, el régimen de Daniel Ortega mantenía un masivo despliegue de policías en las vías principales de Managua, como si había una marcha cívica y se preparaban para aplastarla.
La Universidad Centroamericana (UCA), Plaza de las Victorias y las rotondas Jean Paul Genie, Rubén Darío, Cristo Rey y La Virgen fueron los principales puntos que se tomó la Policía Orteguista (PO) y que ante tal situación causó alarma en los ciudadanos que pasaban.
Aunque desde hace varios meses en la capital nicaragüense la PO mantiene una vigilancia férrea, a juicio del general en retiro, Hugo Torres, el despliegue que se vio ayer es una acción tomada por el régimen cuando hay sesiones de la OEA o se conoce una noticia que lo presiona más a nivel internacional, cuya intención es hacer una demostración de fuerzas.
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“Lo que pretende es reafirmar una posición inflexible, dura, intransigente. Es decir se envía un mensaje de estas demostraciones”, destacó Torres, quien cree que lo de este viernes fue por la sorpresiva renuncia del magistrado de la Corte Suprema de Justicia, Rafael Solís, y la sesión de la OEA para hablar de Nicaragua, que un día antes también se reunió para tocar el tema de Venezuela.
Torres explicó que precisamente por estos tres acontecimientos, ocurridos en tan solo tres días, para el régimen era importante “realizar demostraciones de fuerza de carácter intimidatoria para decir ´nos mantenemos firmes en nuestras posiciones´, para moralizar las pocas fuerzas políticas que les quedan, e intimidar a su propia militancia que esté en las instituciones del Estado o en las estructuras del poder y que pudiesen estar pensando algunos de ellos seguir los pasos de Rafael Solís, y por supuesto para intimidar a la población”.
Por su parte, la excomandante guerrillera, Dora María Téllez, manifestó que el despliegue policial tiene que ver con el miedo del régimen. “Ellos realmente están aterrorizados pues después de nueve meses no han podido controlar la situación”.
El retrato en informe del GIEI
En el informe que presentó el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), en diciembre pasado, aparece que con la llegada al poder de Daniel Ortega, en 2007, la Policía se convirtió en un aparato represivo contra el propio pueblo, con un abuso de autoridad evidente y un desproporcionado uso de la fuerza.
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“Las fuerzas policiales se limitaban a observar y no actuaban cuando los grupos de choque, simpatizantes del Gobierno, agredían y atacaban a manifestantes cívicos”, aparece en el informe.
Esto quedó evidenciado en decenas de ocasiones, cuando ciudadanos se atrevieron a protestar en la vía pública y en presencia policial fueron atacados por las fuerzas de choque, siendo en su mayoría motorizados que laboran en las instituciones públicas y que forman parte de la Juventud Sandinista.
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