En medio de la crisis sociopolítica que ha sacudido los cimientos del régimen orteguista, este aprobó por tercer año consecutivo en todo el territorio nacional —incluyendo las áreas protegidas— la suspensión de la veda para corte, aprovechamiento, transporte y comercialización de árboles de pino.
Esta decisión se dio a conocer por medio del decreto 01-2019, publicado en el diario oficial La Gaceta, número 7, del 14 de enero.
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Para la aprobación del decreto se consideró el Informe Técnico de Evaluación de las actividades forestales de corte, aprovechamiento, transporte y comercialización de la especie de pino, elaborado por la Comisión Departamental Forestal (Codefor) de Nueva Segovia, Estelí y Madriz, y las comisiones municipales forestales.
Para el ambientalista Amaru Ruiz, el aprovechamiento de la especie en las áreas protegidas representa un “peligro”, ya que actúa en detrimento de todo el funcionamiento ecológico de la zona.
“Es una valoración vinculada a los intereses económicos meramente, y no a los intereses ambientales y del país que son establecidos en el marco jurídico de la ley (reglamento) de áreas protegidas”, expresó Ruiz en referencia al decreto.
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En el caso del pino, según el informe Crisis Socio-Ambiental de Nicaragua Post-Sequía 2016 de la organización ambiental Centro Humboldt, hubo una reducción de 4,880 hectáreas de bosque de pino abierto en seis departamentos del país (Madriz, Boaco, Nueva Segovia, Estelí, Chinandega y Jinotega). En 2011 se contabilizaban 28,451 hectáreas, y en 2016, hace dos años, 23,570 hectáreas.
Para el facilitador de la Mesa Nacional para la Gestión de Riesgo, Denis Meléndez, el decreto debe ser revisado.
Considera que la veda casi es una necesidad, porque si no, prácticamente el país se podría quedar sin especie. Sin embargo, el presidente de la Asociación Nacional de Reforestadores (Confor), Salvador Mayorga, explicó que están de acuerdo con el aprovechamiento del pino mediante planes de manejo.