El paquete de reformas al Seguro Social, que reduce hasta en un treinta por ciento las futuras pensiones, entró en vigencia ayer luego que fue publicado en La Gaceta, diario oficial del Estado. Esta reforma impuesta por el régimen de Daniel Ortega aumenta el aporte de los trabajadores y empleados y achica las nuevas pensiones.
El decreto presidencial 06-2019 firmado por el mandatario Daniel Ortega indica que, según estudios económicos que no especifica, hay “necesidad de mejorar el balance financiero”.
Se refiere al del sistema de pensiones y al sistema de salud del instituto. Esa es la principal justificación de la medida inconsulta.
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El Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) viene acarreando un déficit desde el 2013 y su estado financiero empeoró el año pasado, en parte como consecuencia de la mala administración e inversiones poco transparentes, pero además por la disminución de afiliados a raíz de la crisis que provocó la represión del Gobierno contra los manifestantes.
El dictador Daniel Ortega recibió el INSS en 2007 con un superávit de más de mil millones de córdobas, pero los datos oficiales indican que desde el 2013 se convirtió en déficit que no ha dejado de crecer hasta totalizar en noviembre 2,878 millones de córdobas.
Ortega ya había intentado una reforma en abril del año pasado, sin consultarlo también con la sociedad civil, lo que provocó la ola de protestas que el régimen reprimió, dejando al menos 325 fallecidos.
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Ningún alto funcionario, ni del INSS ni del Ministerio de Hacienda, ha explicado hasta ahora cuánto dinero lograrán recaudar con las nuevas medidas ni el tiempo que alargarán la vida de la institución estatal.
Impacto en salarios
Con la nueva reforma, además de afectar el monto de las nuevas pensiones, más de 750 mil cotizantes verán reducir su salario, tras el aumento de 0.75 punto porcentual de su aporte al sistema, el que pasará de 6.25 por ciento a siete por ciento. Esta deducción aparecerá en el pago del 15 de febrero.
El sector empresarial formal deberá pagar hasta 3.5 puntos porcentuales más en su contribución este año, el que se incrementará sin gradualidad de 19 a 22.5 por ciento, lo que afectará la competitividad del sector privado.
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Los expertos han denunciado el interés recaudatario de las autoridades, ya que también aumentaron lo que se paga en otro tipo de seguros. Al respecto, si una persona o trabajador por cuenta propia está cotizando a través del Seguro Facultativo integral (es decir para pensión y atención médica), su contribución pasará de 18.25 por ciento a 22.25 por ciento. En caso que esté cotizando solo para optar a una pensión y sin atención médica, este pasará de diez a 14 por ciento.
Donald Soza, especialista en seguridad social, dijo que esa reforma lo que busca es reducir los egresos y aumentar los ingresos del INSS. “Igual que siempre se hace una reforma sin consulta, nadie lo sabe, más que el que la aplica, da lugar a mucha especulación, esto viene a ser un parche más al Seguro para ver hasta dónde aguanta”, sostuvo.
La clave de la estocada, en el caso del cálculo de las nuevas pensiones, está en el cambio que se hizo en la fórmula, lo que afectará más a los trabajadores que arriben a su edad de jubilación.
“No te vas a jubilar”
El régimen impuso que ahora se tomará como referencia para calcular las pensiones los salarios de las últimas 375 semanas cotizadas (7.2 años de vida laboral) y no las 250 semanas (unos cinco años) como se hacía. Róger Murillo, especialista en seguridad social, señaló que “el primer mensaje al trabajador es no te vas a jubilar nunca, porque si te jubilás te van a dar el setenta por ciento (de tu salario) nada más”.