El cardenal Leopoldo Brenes admitió el domingo que no asistió a las dos últimas reuniones y que no está seguro que la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) sea aceptada como mediadora en esas conversaciones.
“Esperamos que cuando se apruebe la hoja de ruta sepamos algo de esto (presencia en la mesa de negociación). La hoja de ruta va a marcar la pauta del trabajo”, expresó el domingo el cardenal Brenes.
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El también arzobispo de Managua afirmó que la mediación de la Iglesia católica en las conversaciones entre el Gobierno y la Alianza Cívica depende del acuerdo sobre las reglas de esa negociación, por lo que el único fijo hasta ahora es el nuncio Waldemar Sommertag, pero como testigo.
El cardenal refirió que no hay comunicación del Gobierno con la CEN, siendo el embajador del Vaticano, el nuncio Waldemar Sommertag, el único enlace entre la Iglesia católica y el régimen.
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Este lunes los delegados del Gobierno y de la Alianza Cívica retoman las conversaciones que han sido trancadas por la negativa del régimen de Daniel Ortega de aceptar la mediación de los obispos, así como a la Organización de Estados Americanos (OEA) y a la Organización de Naciones Unidas (ONU) como garantes.
La comitiva del Gobierno pidió tiempo, hasta este lunes 4 de marzo, para reconsiderar si acepta lo propuesto por la Alianza Cívica.
A favor de garantes
Brenes se pronunció a favor de que la OEA y la ONU sean garantes de los acuerdos. “Siempre es importante”, dijo al respecto.
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La mediación de los obispos es considerada esencial por la alta credibilidad que goza entre la población, pues a pesar de los ataques de Daniel Ortega, quien los acusó de “golpistas”, los religiosos han denunciado los crímenes de los paramilitares y la Policía Orteguista (PO) contra las protestas ciudadanas que estallaron en abril del 2018.
Durante los meses más crudos de la represión a los manifestantes, Ortega pidió a los obispos ser mediadores en el anterior diálogo nacional entre mayo y junio, el que fracasó por el recrudecimiento de la masacre y la negativa del régimen a adelantar las elecciones.
Cardenal confirma su ausencia
Las conversaciones entre los delegados de Ortega y la Alianza Cívica iniciaron el 27 de febrero pasado. Ese día estuvieron presentes el nuncio Sommertag y Brenes, pero el cardenal no asistió a las reuniones del jueves y viernes.
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“Solo estuve el primer día, me invitaron para la oración”, confirmó Brenes, quien tampoco asistirá a la sesión de este lunes “porque todavía no han terminado” de discutir “la hoja de ruta” la Alianza Cívica y el Gobierno.
Explicó que su ausencia en las conversaciones del jueves por cansancio, ya que tenía más de 36 horas sin dormir, porque regresó a Nicaragua de Roma la noche del martes y al día siguiente se integró al diálogo.
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El viernes se ausentó por tener actividades pastorales.
Este lunes 4 de marzo la CEN se reunirá para recibir del cardenal la documentación de la reunión de cuatro días que tuvieron los presidentes de las conferencias episcopales del mundo con el papa Francisco, en el Vaticano, hace dos fines de semana.
¿Vetados Álvarez y Bosco Vivas?
El cardenal confirmó que en la CEN votaron porque él junto a monseñor Rolando Álvarez, de la Diócesis de Matagalpa, y Bosco Vivas, de León, sean los mediadores en el diálogo.
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La participación de ambos tampoco es segura en la mesa de diálogo debido a que, según fuentes extraoficiales, el Gobierno los habría vetado.
Al consultársele al cardenal Brenes, esto respondió : “No tengo noticias al respecto, solo elucubraciones que se dicen al respecto, pero nada oficial”, dijo al finalizar la misa dominical en la parroquia Cristo del Rosario, ubicada en el sector norte de Managua.
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LA PRENSA intentó conversar con el obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, pero al terminar la misa que el domingo presidió en la catedral San Pedro Apóstol, salió presuroso para “atender un compromiso” fuera de la ciudad.
Excepcionalmente el obispo ni siquiera se cambió en la sacristía, donde generalmente dedica tiempo para atender a feligreses y periodistas después de las misas dominicales.
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De acuerdo con el sacerdote Sadiel Eugarrios, vicario parroquial en la catedral, monseñor Álvarez “tiene un compromiso, su agenda es muy apretada y tuvo que salir a una reunión importante después de la Eucaristía”.
Sin embargo, el domingo 24 de febrero pasado, el obispo de Matagalpa dijo que prefería esperar una “comunicación oficial y colegiada” de la CEN, evitando confirmar su posible participación en las negociaciones en las que extraoficialmente trascendió que el régimen de Ortega lo habría vetado.
Obispo Báez
Uno de los obispos que más ataques ha recibido del régimen orteguista es Silvio Báez, el auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, por la postura crítica que mantiene contra la represión al pueblo.
La campaña contra el obispo Báez incluyó que el canciller Denis Moncada viajara en una ocasión al Vaticano a gestionar porque retiraran al religioso del diálogo.
Además grupos sandinistas obligaron a empleados públicos a firmar una carta pidiendo al Vaticano remover de sus funciones a monseñor Báez, por tener una “labor instigadora de violencia y desunión”.
Si bien monseñor Báez no sería de los tres miembros de la CEN a participar en las nuevas conversaciones entre el Gobierno y la Alianza Cívica, el religioso defendió la urgencia de que la Iglesia sea instrumento de diálogo en medio de la sociedad.
Báez está en Madrid, España, donde el domingo dio una conferencia en el Simposio de los 75 años de la revista Vida Religiosa, en donde refirió que “es importante iniciar el diálogo, pero también es imprescindible discernir en toda etapa del camino y tener valentía para decir que ya no hay más posibilidad de diálogo”.
“El diálogo hay que llevarlo al final, pero hay que reconocer sus riesgos y saber que puede fracase”, admitió Báez, pidiendo a la sociedad estar atentos al uso de “táctica dilatoria para distraer, garantizar de impunidad de una de las partes o dar muestras falsas de que se quiere solucionar el problema”.
El obispo auxiliar reiteró en Madrid la disposición de la Iglesia católica a aportar en las conversaciones entre el Gobierno y la Alianza Cívica, pero reconoció que es un papel difícil.
“La Iglesia nicaragüense, aun con todas las críticas que está recibiendo, ha apostado por el ideal de la reconciliación con viables intermedias que son imperfectas y ambiguas. Pero siempre son mejores que la incomunicación total o la vía violenta”, dijo Báez.
Señaló que “la reconciliación plena es imposible y la misión de la Iglesia que tiene hoy en mi país es muy compleja”.
Si fracasa diálogo sanciones van
El general en retiro Hugo Torres refirió que Daniel Ortega se vio obligado a sentarse a negociar con la Alianza Cívica por la presión de la población y el aislamiento internacional del régimen, que le significa la aplicación de las sanciones de Estados Unidos contra el círculo cercano de la familia presidencial.
“En la OEA está abierto el proceso de la aplicación de la Carta Democrática y en Europa avanzan las sanciones, porque en marzo hay una reunión del Parlamento y la Comisión Europea, que se concretarían si no hay una respuesta concreta del régimen como son dejar libre a todos los presos políticos y restablecer el sistema democrático”, dijo Torres.