Nosotros (Us) trata sobre una invasión de dobles (doppelgangers) surgidos de un mundo paralelo. Una familia burguesa, los Wilson, enfrenta la aparición en su casa playera (en Santa Cruz, California) de una familia exactamente igual a ellos, dispuesta a destruirlos.
El antecedente más obvio es La invasión de los usurpadores de cuerpo (1959) de Siegel, sobre extraterrestres que reemplazan a los habitantes de la tierra.
Filmado en tiempos de la Guerra Fría, el filme de Siegel era una alegoría de la penetración ideológica del comunismo en el mundo (la llamada revolución silenciosa).
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Algo similar a lo ocurrido en Nicaragua en la década de 1970, cuando las familias de la alta burguesía notaban como sus hijos de pronto comenzaban a expresar y a vivir de acuerdo con ideas radicales.
El radicalismo es la creatividad destructiva, la eliminación de un orden social establecido para, desde los escombros del pasado, construir un mundo nuevo de proyecciones mesiánicas.
Una película para pensar
Nosotros nos obliga a sacar conclusiones. La clave es la explicación de la agresión que da la doble de Adelaide (el ama de casa real) a ésta: “Nosotros estábamos aquí primero”.
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Los dobles no son extraterrestres, ni fantasmas ni zombis. Son entes materiales, poderosos y al mismo tiempo, vulnerables. La penetración es generalizada y abarca todo el país.
Una posible interpretación es que los invasores son la materialización imperfecta de la conciencia culposacolectiva de Estados Unidos, lo que liga el filme con Solaris de Tarkovski.
La frase de la doble sugiere que los dobles se originan en los conflictos entre blancos e indígenas en el pasado histórico americano.
El entorno del filme es multicultural (los Wilson son afrodescendientes; la segunda familia atacada y asesinada de inmediato, es blanca) y la única referencia a los indígenas son las señales de humo en el majestuoso plano que cierra el filme, con presencia de helicópteros (alusión al imperialismo).
Acción feminista
Es curioso que siendo Nosotros un filme políticamente profundo, emplee mecanismos narrativos convencionales del cine de terror y ciencia ficción: los Wilson resultan invencibles y es posible que supoder sobre los dobles, radique en pertenecer a una etnia subvalorada (esto hace a los dobles más compasivos).
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El feminismo se manifiesta en el tema de la mujer aguerrida (ejemplos anteriores: Sigourney Weaver en Aliens o Jennifer Lawrence en Los juegos del hambre).
El marido (Winston Duke), con la pierna fracturada, y el hijo menor (Evan Alex) desempeñan roles secundarios; son Adelaide (interpretada por Lupita Nyong’o, nacida en México, criada en Kenia) y su hija Zora (Shahadi Wright Joseph) quienes realizan la mayor parte de la lucha física contra los invasores.
La presencia más inquietante es la de Ashley Mckoy, como Adelaide niña y su doble. El look del filme es una mezcla de Halloween de Carpenter y El resplandor de Kubrick, película que, igual que Nosotros, deja al espectador con más preguntas que respuestas.