Mientras familiares de las víctimas que dejó la denominada “Operación Limpieza” honraban este lunes a sus deudos en una misa de aniversario, el alcalde orteguista de Jinotepe, Mariano Madrigal, “conmemoró” la masacre del 8 de julio con la fanaticada orteguista.
En un vídeo que circula en redes sociales el alcalde de Jinotepe brinda un discurso sobre el desmantelamiento de los tranques en el departamento que cobró la vida de al menos 20 personas.
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El ataque armado fue cometido por paramilitares y policías, por órdenes del gobierno central y Madrigal en su alocución, refiriendo a la eliminación de las barricadas, habla de una liberación y del regreso de la paz a la ciudad.
“Esta fecha en que conmemoramos un año en que fuimos liberados de los tranques de la muerte, donde se dieron los más violentos ataques a la dignidad humana, secuestros, torturas, violaciones asesinatos. Esta fecha llegó la paz hace un año a Jinotepe y es propicia para que hagamos el llamado a los que quieran hacer la guerra que se unan con nosotros para trabajar por la paz”, dijo el edil jinotepino.
Edil llama a opositores a “unirse”
Asimismo, el alcalde de Jinotepe hizo un llamado a los opositores para que “se junten con nosotros para que nos unamos y vayamos trabajando por el progreso y por la unidad. A aquellos que quieren la violencia, les decimos que se unan con nosotros, porque nosotros practicamos el amor y la paz”.
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Entre los pocos asistentes, Madrigal exclamó que el régimen orteguista y el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), al cual pertenece, son los únicos encargados de llevar tranquilidad al pueblo jinotepino.
Este lunes en la iglesia San Antonio y Santiago de Jinotepe se ofició una misa por todos los asesinados el pasado 8 de julio. Los orteguistas lo festejaron con cohetes, música y una caravana de vehículos bajo la protección de la Policía Orteguista.
En las inmediaciones del parque central, situaron una manta con letras mayúsculas en la que se lee ¡No pudieron, ni podrán! – ¡ni un paso atrás! Eva Ruth Campos, madre del bartender José Manuel Narváez Campos, asesinado por parapolicías y policías, exigió respeto por todas las víctimas.
A Madrigal en el inicio de las protestas cívicas, se le vio liderar las marchas en contra de los autoconvocados.