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Yanquis y Boston

Edgard Rodríguez C.

Zona de Strikes: ¿Será Boston capaz de levantar cabeza?

Los Medias Rojas de Boston han caído tanto que, Tampa, Cleveland y Oakland se le han colocado adelante en la lucha por el comodín de la Liga Americana

Un año después de mostrar el toque perfecto y un estado de gracia que se extendió a través de toda la temporada, hasta el extremo de reescribir su historia, los Medias Rojas de Boston parecen un grupo de jugadores llenos de dudas, tan distintos y tan distantes a los del 2018.

La tropa del año pasado se dedicó a desplegar su magia y a arrasar oponentes, que no hubo de otra que aplaudir su desempeño, mientras sus rivales no tenían otra opción que asumir su inferioridad y hacerse a un lado ante su paso desbordado en la temporada y los playoffs.

Sin embargo ahora no hay punto de contacto entre los Medias Rojas que ganaron la Serie Mundial y estos que se han hundido tanto en el sector Este de la Liga Americana que hasta el salto a la postemporada está difícil de conseguir, tras la ventaja de Tampa, Cleveland y Oakland, como comodines.

El conjunto del 2018 tenía el balance preciso. Un ataque poderoso liderado por Mookie Betts y J. D. Martínez, más Xander Bogaerts, una rotación de abridores imponente y un bullpen en el que Craig Kimbrel y Joe Kelly, comandaban al resto de relevistas.

¿Qué pasó ahora? Bueno, Boston es prácticamente el mismo equipo que ganó 108 juegos y perdió 54 en el 2018. No hubo variantes y es que se pensó que no las necesitaba. Betts y Martínez tienen sólidas temporadas, pero no las impresionantes del año pasado.

Aun así, Boston es primero en las Ligas Mayores en bateo con .273 (empatado con los Yanquis) y segundo en carreras anotadas con 668, solo detrás de las 689 de los Mulos. Así que no es falta de pólvora.

Su problema es el pitcheo. El 4.77 que acumula de forma colectiva en efectividad, es el número 20 entre los 30 equipos de Ligas Mayores. Hubo un tramo de 10 juegos recientemente, en el que sus abridores lanzaron para 9.50. Así no se puede ganar.

Para remate el bullpen se quedó sin su líder Kimbrel. Incluso, una pieza valiosa como Nathan Eovaldi, quien llegó a dar solidez a todo el staff el año pasado, está relegado al bullpen dada su dificultad para ser consistente. Chris Sale tiene 6.11 y 4.41. Rick Porcello 10-8 y 5.54, David Price 7-5 y 4.36 y Andrew Cashner no ha reforzado nada.

Ahora incluso se pide la cabeza del gerente general Dave Dombrowski, el arquitecto de la tropa mágica del año pasado. Pero así es el deporte. Muchos atribuyen el hundimiento de ahora a la resaca producida por el título del 2018, pero ya han tenido tiempo para tomar un calmante, sin embargo, nada ha funcionado.

Edgard Rodríguez en Twitter: @EdgardR

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