La Policía Orteguista (PO) junto con parapolicías al servicio del régimen se tomaron este viernes el edificio de la Alcaldía del Mulukukú, municipio de la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN) y mantuvieron secuestrados a todos los trabajadores.
Los empleados de la comuna fueron lanzados al suelo encañonados y les quitaron los teléfonos celulares mientras los policías y parapolicías revisaban las computadores de la institución, confirmaron a LA PRENSA trabajadores y directivos del Partido Liberal Constitucionalista (PLC).
Después de diez horas de secuestro, los policías y parapolicías orteguistas empezaron a liberar a los rehenes y fue hasta las 4 de la mañana de este sábado que se liberaron a los últimos empleados. Eran pocos los trabajadores que no habían llegado a la sede municipal al momento de la incursión armada de los orteguistas.
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Desde adentro de la Alcaldía, algunos trabajadores informaron que eran más de diez camionetas con “decenas de encapuchados armados con AK y oficiales quienes irrumpieron de forma violenta”.
Encapuchados con AK
“La Alcaldía está totalmente tomada por encapuchados. A los trabajadores los tienen encañonados con AK. Lo poco que hemos logrado saber es que los tiraron al piso, les quitaron los celulares y a dos de ellos que reclamaron, los golpearon”, relató en las primeras horas del asalto, un trabajador vía telefónica, que por su seguridad no se revela el nombre.
La Alcaldía de Mulukukú es gobernada por el PLC, siendo su alcalde Apolonio Fargas, excarcelado político, quien ha recibido constantes amenazas por miembros del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), de que no descansarían hasta verlo nuevamente en la cárcel.
Fargas estuvo 11 meses preso en el penal La Modelo, en Tipitapa, acusado por la Policía Orteguista (PO), sin pruebas, de dirigir el ataque al puesto policial de la comunidad Sislao Paraska, comarca Pueblo Nuevo, de Mulukukú, el 11 de junio de 2018, cuando murieron tres policías y resultaron otros dos heridos. Los parapolicías estarían revisando los discos duros de las computadoras de la Alcaldía así como los documentos de la oficina del alcalde Fargas.
“Todos aquí en Mulukukú estamos nerviosos, no sabemos qué puede pasar con los trabajadores que están secuestrados”, dijo en su momento el trabajador.
Jorge Irías, directivo nacional del PLC, confirmó la toma de la Alcaldía de Mulukukú que consideró “arbitraria” por parte de la PO que se hace acompañar por parapolicías.
“Nuestro alcalde Apolonio Fargas ha sido amenazado constantemente y abiertamente por los sandinistas de que no lo iban a dejar tranquilo. Los mensajes es que quienes iban a gobernar, eran ellos”, dijo Irías.
El directivo del PLC explicó que al alcalde Fargas le mantienen en una casa de seguridad, debido a las amenazas de muerte que ha recibido, por lo que no estaba durante la toma arbitraria ejecutada por la Policía y parapolicías.
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En un comunicado emitido este viernes por el PLC se informa que la casa del alcalde Fargas también fue “invadida violentamente por la Policía sin una orden judicial”.
Esposa del alcalde narra destrozo de su casa
La esposa del alcalde Apolonio Fargas, Auxiliadora García, confirmó a LA PRENSA que antimotines enviados desde Managua junto con oficiales de Mulukukú irrumpieron alrededor de las 6:00 de la mañana de este viernes en su casa, con el objetivo de detener nuevamente a su marido.
García relató que los policías “se metieron arbitrariamente a la casa, sin presentar una orden judicial, destrozaron toda la casa, rompieron las ventanas, los vidrios de los estantes y saquearon la casa”.
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En el momento del asalto policial estaba Luis Francisco Fargas García, hijo del alcalde de Mulukukú, con su niña de 4 años de edad, quien resultó golpeada por los antimotines cuando estos detuvieron a su papá.
“A mi hijo se lo llevaron sin ningún motivo, lo golpearon bastante. Lo mantuvieron secuestrado desde las 6:00 de la mañana hasta las 2:30 de la tarde. No lo querían liberar, nos amenazaron de que a mi hijo Luis Francisco lo iban a mantener preso hasta que Apolonio se entregue, gracias a Dios que lo liberaron, pero está muy golpeado”, relató García.
Para los familiares de Apolonio Fargas, el saqueo a su vivienda y las agresiones a su familia es parte de la represión del régimen orteguista. “Ya sabemos que es un odio político”, afirmó García, quien denunció que los parapolicías y oficiales destrozaron su vivienda.
“Quebraron la vidriería del local, saquearon la casa, se robaron las escrituras de la casa, documentos de una finca”, denunció García.