Alexander “Supernova” Espinoza llegó en su momento a ser considerado el mejor boxeador en las 118 libras del país. No obstante, el 23 de agosto sufrió una dolorosa y sorpresiva derrota: Dixon Flores, conocido como Esperancita, quien acumulada dos No contest, un empate y una derrota en sus últimas cuatro peleas, noqueó a Supernova. Un golpe a los bajos y todo se esfumó en el segundo asalto de la pelea. Espinoza nunca había perdido en el país, la derrota hirió su orgullo y lo sacó de las clasificaciones de las 118 libras de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Solamente Mikhail Aloyan lo había vencido en un combate de choque frontal y de pelos de puntas en Rusia por la intensidad con la que se vivió.
“Siendo sincero, no me siento mal. Sé que soy más que eso. Esta derrota me motiva a tomar las cosas con mucha mayor responsabilidad. No tomé la cosas en serio, me confié. No me entrené como debía porque creí que iba a ser sencillo. Me había sentido sin motivación y eso me pasó factura. Tenía en los planes pelear en Japón y pensé que para esa pelea sí me iba a sacrificar más”, explicó Supernova.
Parte del sentimiento de desencanto de Espinoza es que solo había subido al ring en una ocasión en lo que iba del año. “Pasaba demasiado tiempo en el gimnasio y no tenía peleas, uno se aburre de tanto adiestramiento. Para la pelea con Dixon solo bajé de peso, además como acepté el combate en 121 libras llegué el día de la pelea en 126 y no me sentí recuperado”, agregó.
Espinoza confiesa que también le había llegado una oferta por 10,000 dólares para pelear en Puerto Rico contra Emanuel Rodríguez, el excampeón a quien Naoya Inoue noqueó. “Escuché que Dixon no quiere revancha, espero poder tener combate principalmente en el exterior, acá se gana muy poco para tanto sacrificio”, sentenció Supernova.