Las altas temperaturas registradas en este último fin de semana (31 de agosto y 1 de septiembre) solo son comparadas con las de abril, uno de los meses más cálidos de la temporada seca. Los picos más altos se han presentado en León, con 36 a 38 grados centígrados y una sensación térmica de hasta 40 grados centígrados.
En la zona norte, que se caracteriza por ser una de las más frescas, la temperatura también aumentó, en Madriz, Estelí y Nueva Segovia los termómetros marcaron de 29 a 32 grados centígrados y la sensación térmica fue de 34. Jinotega también alcanzó 29 a 30 grados, cuando lo normal que debería reportar ese departamento en una época lluviosa es de 24 grados centígrados, explicó el agrometeorólogo del Centro Humboldt, Agustín Moreira.
La presencia del aire seco sahariano combinado con polvo, que son corrientes de viento con altas temperaturas provenientes de África y que circulan por el Caribe, provocan que las gotas de agua no se condensen, de tal forma que no se generan precipitaciones. Esta situación se ha mantenido durante las últimas dos semanas, solo con algunas lluvias esporádicas en períodos cortos.
Se espera que la combinación de una baja presión y la llegada de la onda tropical número 35 para el jueves puedan generar condiciones para que llueva.
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Este domingo se pensaba que podrían generarse precipitaciones por el paso de la onda tropical número 34; sin embargo fue absorbida por el aire seco. Moreira explicó que con la número 35 no se espera que pase lo mismo porque el poderoso huracán Dorian podrían ayudar con la humedad que está desprendiendo a lo largo de su trayectoria.
Moreira también sostuvo que los tres disturbios que han sido identificados por el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) en el Atlántico no representan ningún riesgo para el país, pero sí se debe prestar atención a un disturbio ubicado a 300 millas de las Islas Cabo Verde, debido a la posible trayectoria que podría tener.
El experto señaló que la llegada de cualquier fenómeno meteorológico es lo que generaría las condiciones para que se presenten lluvias, incluso, un huracán, que no necesariamente toque tierra, pero que el territorio pueda ser beneficiado con precipitaciones.
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