Un empresario comprometido, un buen padre y también hijo, un esposo ejemplar. Así describen a Alejandro Farach Cruz quienes lo conocieron. El reconocido empresario, hijo del ilustre nicaragüense Alejandro Farach, presidente de Laboratorios Alfa y Matilde Cruz de Farach, falleció el pasado sábado 19 de octubre.
Presidente de Plastifar y vicepresidente de Grupo Farach, falleció a causa de un infarto en República Dominicana, donde residía.
Sus amigos más cercanos aseguran que “Vivió para servir” haciendo honor a la frase de Madre Teresa de Calcuta.
Farach Cruz, además, estuvo muy comprometido con el medioambiente, siendo uno de los principales promotores de la economía circular que aboga por utilizar la mayor parte de materiales biodegradables posibles en la fabricación de bienes de consumo.
Su compromiso con la responsabilidad social lo impulsó a crear una “incubadora empresarial”, mediante la cual jóvenes emprendedores presentan sus ideas de negocios y las mejores reciben apoyo técnico y de recursos.
Su formación familiar hizo que el notable empresario, desde muy temprana edad asumiera su rol de líder. Una de las principales virtudes de Alejandro Farach Cruz era su compromiso con la responsabilidad social, una virtud heredada de sus padres.
A través de la Fundación Farach, que preside su madre, Matilde Cruz de Farach, apoyó diversas iniciativas. “El que no vive para servir, no sirve para vivir”, es el lema de la Fundación, en la que se involucró muy de cerca.