Adrián José Guerrero Echeverry, de 37 años, fue acusado por el delito de parricidio en perjuicio de sus padres Guillermo Adrián Guerrero Espinoza, de 73 años y la señora Sonia Marlen Echeverry Mendieta, de 72. “El hecho fue motivado por el odio y el interés económico, de parte del acusado hacia sus padres”, según la acusación de la Fiscalía.
Guerrero fue dejado en prisión preventiva; la esposa del acusado, Nubia Patricia Quintana, de 26 años, fue imputada por el delito de asesinato agravado porque, según la Fiscalía, fue la que le propinó los tubazos en la cabeza y otras partes del cuerpo a las víctimas. La pareja también fueron acusados del delito de robo agravado porque se apropiaron de varias pertenencias de las víctimas.
En la acusación, a eso de las 7:00 de la noche del 16 de noviembre de 2019, la pareja de acusados, procedieron a desconectar el dispositivo de control de las cámaras de seguridad instalados en el cuarto de Echeverry, ubicada en Residencial Altamira, en Managua.
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Después Guerrero, aprovechándose de su condición física (no puede caminar) llamó hasta su cuarto a su padre y cuando el anciano ingresó, la acusada con un tubo metálico le propinó un golpe en la frente al anciano, quien cayó al suelo y forcejeó con la agresiva nuera, quien siguió atacando a su suegro, ocasionándole varias lesiones en el brazo izquierdo. La mujer siguió golpeando con el tubo metálico al anciano y le ocasionó nueve heridas.
Luego, la pareja, con cinta adhesiva ataron de las manos a Guillermo, también le colocaron alrededor de la boca y la nariz, para posteriormente envolver todo el cuerpo con plástico transparente, con el fin de prolongar su agonía.
Guerrero llamó a su cuarto a su madre, y cuando entró, su nuera le propinó un tubazo en la cabeza; igualmente le ataron las manos con cinta adhesiva y también le pusieron en la boca y nariz. Aún con vida, envolvieron en plástico transparente a Echeverry y la metieron en un ropero de madera. Ambas víctimas fallecieron la madrugada del 17 de noviembre de 2019.
Después la pareja de acusados se apropiaron de tarjetas de débito de las víctimas y del carro de Guillermo y huyeron de la escena del crimen.
La juez Noveno Distrito Penal de Audiencia, Karen Chavarría, admitió la acusación contra ambos acusados y les impuso la prisión. La judicial, a petición de la defensa, mandó a valoración psicológica y psiquiátrica a ambos procesados.
La audiencia inicial fue programada para el próximo 27 de noviembre a las 9:30 de la mañana.