Las categorías menores sorprendieron en el 2019. El inédito cuarto lugar de la Selección Sub-20 en el Torneo de Uncaf y el subcampeonato del Real Estelí en el Torneo Interclubes Sub-17 tuvieron un protagonismo inesperado, que podría convertirse algo más habitual o que por lo menos deje de sorprender a mediano plazo.
El futbol base ha estado abandonado históricamente, pero en los últimos años se ha visto interés por desarrollarlo. El primer paso se dio cuatro años atrás con la Copa Sandino, que a partir la última semana de noviembre pasó a llamarse Campeonato Nacional de Futbol de Categorías Menores (Sub-13, Sub-15 y Sub-17) bajó la tutela de la Fenifut.
“Son torneos diferentes”, explica José María Bermúdez, secretario de la federación. “Digamos que nos montamos sobre eso (Copa Sandino), pero somos nosotros los que la regimos, establecemos bases de competencia y formatos. En el anterior se disputa un torneo por unos meses y ahora se jugará Torneo de Apertura y Clausura como la Liga Primera en todas las categorías”, asegura el federativo, quien dice que es un trabajo en conjunto. “Nosotros ponemos el arbitraje, balones, entre otros cosas; los clubes el pago de los técnicos, las alcaldías la alimentación de los niños y transportes”.
Equipos le ponen interés
Siete de los 10 equipos de la Liga Primera tienen al menos una representación en una de las tres categorías. Solo el Ferretti, Municipal Jalapa y Las Sabanas se encuentran huérfanos. Lo del Ferretti llama la atención porque es uno de los clubes más fuertes del país.
El Real Estelí, Diriangén, CD Ocotal, Juventus FC, Real Madriz y Managua FC cuentan con representación en las tres categorías. El Chinandega FC solo tienen en Sub-13 y Sub-15, las más importantes de desarrollo. Cada división cuenta con 20 equipos divididos en dos grupos.
“La mayoría de los entrenadores, en caso de los equipos de Primera División, son técnicos capacitados. Nosotros como federación estamos en la obligación de capacitarlos y lo haremos. Le daremos un poco de más importancia a la Sub-13 donde prácticamente deben haber educadores para estos niños. Los demás son técnicos que han recibido algún curso en la federación”, afirma Bermúdez.
El Real Estelí viene trabajando en serio las categorías menores desde 2006 aproximadamente. El Diriangén siempre ha tenido un buen semillero, pero le falta infraestructura. Existe un proyecto de inversión millonaria para mejor el Cacique Diriangén, entre otros, más construir estadios en diferentes partes del país en los próximos años. Los países crecen futbolísticamente en la medida que invierten en infraestructura y potencian las divisiones menores. En Nicaragua están dando los pasos más significativos.
Antecedentes
La historia del futbol nicaragüense en categorías menores se conoce de memoria: derrota tras derrotas, la mayoría por goleadas. Los rivales daban por hecho que el partido ante los nicas estaba ganado en selecciones. En el 2009 se comenzó la Juvenil Especial (Sub-19), un torneo paralelo a Liga Primera donde los jóvenes empezaban a tener un mejor proceso de formación que las generaciones anteriores acumulando roce competitivo cada fin de semana.
En 2012, la Selección Sub-20 clasificó al Premundial de Concacaf con la generación de Carlos Chavarría, Eulises Pavón, entre otros, y el seleccionador del momento Enrique Llena indicó que parte del éxito la Juvenil Especial porque los jugadores llegaban con una experiencia de competencia. Desde entonces hasta el 2019 se volvió a tener resultados similares hasta los conseguidos por la Sub-20 y el Real Estelí.