Desgarradora era la escena en el barrio 4 de Abril, Ciudad Sandino. “Mi niño, despertate mi amor”, gritaba la señora Lesbia Argüello Hernández, mientras abrazaba el cadáver de su nieto de 11 años, Ervin Fernando Largaespada.
En la sala de la vivienda, arrodillada se aferraba al cuerpo de su nieto, pero que ella había criado desde que nació. “Despertate mi niño que aquí estoy, despertate por el amor de Dios”, gritaba la señora en medio de los llantos.
El niño falleció cuando el vecino de la casa de al lado le dijo que si le podía bajar unas naranjas agrias para hacer un fresco, el menor se subió a un muro, pero este cedió y el menor cayó y los bloques de concreto le cayeron encima.
El menor tenía golpes en la cabeza, falleció instantáneamente. “A mí me llamaron, pero el niño estaba boca abajo, la sangre estaba corriendo, ya no había nada que hacer”, dijo Manuel Polanco, tío de Ervin Fernando. “Es una construcción mal hecha”, añadió.
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El vecino Luis Rojas, de 78 años, fue detenido por la Policía en calidad de investigado.
No fue al mercado
Doña Lesbia y sus hermanas se encontraban en el mercado Oriental al momento de la tragedia. Ellas venden de forma ambulante.
El niño estaba de vacaciones, el próximo año comenzaría el sexto grado de primaria. “Él iba a veces con ellas (abuela y tías) al mercado, pero hoy no quiso ir y dijo que hasta mañana para ir a comprar su mudada para el 24 (de diciembre)”, contó su tío Manuel Polanco.
Los bloques de la pared estaban flojos, según testigos.
La Policía y Medicina Legal llegaron al lugar de la tragedia para investigar el hecho. La familia desistió que el cuerpo fuera trasladado a Medicina Legal.
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A mediodía esperaban que la Alcaldía de Ciudad Sandino los apoyara con el féretro.