14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Padre Juan Domingo Gutiérrez, dice que no se piuede amar en el discurso mientras en la práctica se asesina

Padre Juan Domingo Gutiérrez, dice que no se puede amar en el discurso mientras en la práctica se asesina. LA PRENSA/ARCHIVO

“Hay mucho sufrimiento en los nicaragüenses, quienes quiere un verdadero proceso de paz y reconciliación”

El sacerdote, que estuvo detenido en las cárceles del nuevo Chipote, sostiene que no se puede "devolver mal por mal" y llama a todos a una conversión que nos lleve al perdón y a quienes han hecho el mal a reconocerlo.

El padre Juan Domingo Gutiérrez, es uno de los primeros ciudadanos que conoció las cárceles del nuevo Chipote, un lugar no muy grato para tantas personas que fueron secuestradas por el orteguismo desde abril de 2018, cuando la ciudadanía se fue a las calles a demandar justicia, libertad y democracia, ante la falta de liderazgo de los partidos políticos opositores, los cuales en su mayoría, son colaboracionistas de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

En marzo de este año, el padre Gutiérrez, figuraba entre la lista de 165 personas que habían sido secuestradas por la Policía Orteguista luego de apoyar una marcha pacífica, sin embargo, horas después fue liberado por las gestiones del nuncio, Waldemar Sommertag.

Gutiérrez, quien es vicario de la Iglesia San Agustín, en Managua, reflexiona sobre lo que ha vivido Nicaragua desde abril de 2018 y su mensaje es que el país está con profundas heridas y sumido en el dolor y que debe restaurarse la paz, la concordia y la reconciliación.

Invita “no devolver mal por mal”

Sostiene que no se puede “devolver mal por mal” y llama a los nicaragüenses a una conversión que nos lleve al perdón y a quienes han hecho el mal a reconocerlo.

Lea también: Así se manifiestan los nicaragüenses contra el régimen orteguista este 24 de diciembre

 “Me ha tocado acompañar a los heridos, darles palabras de consuelo y recordarles que no podemos pagar mal por mal contra aquel que te hizo daño o te ofendió, porque de repente esa persona cumplió parte de su trabajo y de la orden que se le ha dado de hacer daño y perjudicar injustamente. Hay niveles de culpabilidad, está el que ordena, el que cumple la ley, el que ejecuta, quien es el que va haciendo el daño. Aquí hay una cadena de culpables, pero aquí la Iglesia no señala culpables sino que los invita a que reconozcan sus graves daños para que pueda haber paz, ya que este pueblo quiere un verdadero proceso de paz y reconciliación”, asegura el sacerdote.

“No se puede anunciar amor cuando siguen los asesinatos”

El religioso asegura que mientras en el discurso se habla de amor y se continúan los asesinatos será difícil encontrar el camino de la paz y la reconciliación en Nicaragua.

“El pueblo quiere manifestar un alto para que haya un verdadero proceso de paz y reconciliación. Sin embargo, si por un lado se anuncia que amamos y a la vez hacemos daño no se puede hablar de reconciliación y justicia entre las partes, de modo, que el que sigue empecinado en hacer el mal, no quiere entrar en un proceso de reconciliación. No se puede anunciar amor cuando se siguen los asesinatos y las violaciones a los derechos constitucionales”, aseguró.

El sacerdote sostiene que la reconciliación tiene que venir de todos los ciudadanos, sin embargo, señala que quienes deben dar el ejemplo, son aquellos que tienen el poder de decisión.

Lea además: Daniel Ortega acusa de golpistas a los obispos nicaragüenses en su discurso del 19 de julio

“Todos debemos buscar como reconciliarnos para que pueda haber perdón y así podrá venir la paz. La iglesia católica siempre estará al lado del pueblo sufriente que demanda paz y justicia. Pero este pueblo está herido, hay muchas heridas y la Iglesia llama a la paz porque la iglesia está al lado de la justicia y sino hay justicia no podrá ver paz”, asegura. Agrega que “la iglesia seguirá apostando por la vía pacífica y cívica para que Nicaragua vuelva a estar en paz, pero esto nos compete a todos, de modo, que en estos días, recapacitemos todos y busquemos la paz, la justicia y la reconciliación”.

Ortega declaró la guerra a la Iglesia el 19 de julio de 2018

El pasado 19 de julio de 2018, en plaza pública y promoviendo el odio en sus manifestantes, el dictador Daniel Ortega calificó a la iglesia católica de golpista y hasta dijo que templos y parroquias habían sido utilizados como cuarteles y lugares de tortura y almacenamiento de armas.

“Cuando los mediadores reunidos allí en la Casa de los Pueblos (en julio de 2018) con todos los señores obispos, encabezados por el cardenal (Leopoldo Brenes), me leyeron la cartilla, sacaron la estrategia y allí decían: hay que cambiar ya, a partir del día 11, nos daban un plazo de dos días, hay que cambiar ya al poder judicial, al poder electoral, a la Contraloría, a todos los poderes del Estado, a la Asamblea Nacional y hay que quitar al presidente y adelantar las elecciones. Yo cuando recibí el documento dije: bueno, esto es lo que quieren realmente. Yo pensaba que eran mediadores, pero no, estaban comprometidos con los golpistas. Eran parte del plan con los golpistas”, gritaba furibundo Ortega, mientras sus fanáticos coreaban !golpistas, golpistas, golpistas”.

Puede interesarle: Iglesia Católica ve como «castigo político» recorte de fondos del Presupuesto 2020

Desde entonces el dictador no ha dejado de atacar a los obispos, pero además los castiga reteniendo la cooperación internacional que reciben para llevar a cabo su labor social.

Más recientemente, en la aprobación del prepuesto general de la república para el 2020, Ortega dejó en cero a las instituciones religiosas, enviando una vez más un mensaje de contienda con la Iglesia Católica.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí