Ministros del régimen de Daniel Ortega, encabezados por el canciller Denis Moncada Colindres, se reunieron este lunes con el cuerpo diplomático acreditado en el país, para presentarles los “ejes y prioridades de Nicaragua”, entre estos gestiones de financiamiento y cooperación.
El documento leído por Moncada expresa que el gobierno de Ortega “continuará con el fortalecimiento de las relaciones políticas, económicas y comerciales de cooperación e inversión con todos los estados gobiernos y organismos internacionales implementando ejes estratégicos y prioridades”, según lo publicado por los medios oficialistas.
Moncada también mencionó que “impulsarán los ejes del Programa Nacional de Desarrollo Humano y gestionando financiamiento y cooperación para el desarrollo de programas prioritarios” y “se fortalecerán capacidades de gestión en conjunto con las misiones en el exterior, con países solidarios dispuestos a contribuir con el progreso y desarrollo económico de Nicaragua y ejecutar una política activa de gestión de recursos y de inversiones con la comunidad internacional”.
Este mensaje dirigido al cuerpo diplomático llega en momentos en que el régimen de Ortega tiene una baja cooperación externa, principalmente desde que dejó de percibir los fondos provenientes de la cooperación venezolana. Además, tiene amenazas de retiro de cooperación de parte de organismos internacionales, como manera de presionar al régimen para que resuelva la crisis que vive el país desde abril de 2018, cuando comenzó la represión contra las protestas civiles.
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Además de Moncada estuvieron presentes en la reunión con el cuerpo diplomático el ministro para políticas nacionales, Paul Oquist, y el titular del Ministro de Fomento, Industria y Comercio (Mific), Orlando Solórzano. A la par de ellos se sentaron el jefe del cuerpo diplomático, nuncio apostólico de Nicaragua, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag, y el secretario general del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), el guatemalteco Vinicio Cerezo.
En este encuentro estuvieron presentes los embajadores y representantes de todos los países que tienen relaciones con Nicaragua, entre ellos el embajador de Estados Unidos, Kevin Sullivan. Estados Unidos es uno de los países que más ha condenado las acciones del régimen de Ortega, la represión contra las protestas opositoras y las violaciones de derechos humanos que cometen las instituciones nicaragüenses.