Tras la advertencia del Instituto Regulador del Transporte del Municipio de Managua (Irtramma) sobre las aplicaciones para solicitar el servicio de taxi ofrecido por vehículos particulares, defensores de los consumidores expusieron la necesidad de que estos paguen permisos de operación, como lo hace el taxi convencional, pero que funcionen porque es evidente la necesidad de alternativas.
El cumplimiento con los permisos de operación principalmente es para que no exista competencia desleal, porque desde el aspecto de la seguridad a los pasajeros las iniciativas digitales han mostrado serlo. Precisamente por la inseguridad en los taxis tradicionales es que han surgido estas opciones, donde el conductor pasa por filtros para afiliarse y ser habilitado para brindar el servicio.
“Que funcionen como tal pero en el marco de la legalidad. Que de eso se encargue el ente regulador, que en este caso es el Irtramma. Que este servicio, que es un servicio especial, que se legalice y estamos tranquilos, porque es un servicio a la población”, explicó Marvin Pomares, director del Instituto Nacional de Defensa del Consumidor (Indec).
La semana pasada el director del Irtramma, Amaru Ramírez, brindó una conferencia de prensa donde, acompañado del comisionado general de la Policía Orteguista, Jaime Vanegas, y dirigentes del sector selectivo allegados al régimen, recomendó a los dueños de vehículos particulares no afiliarse a estas iniciativas y a los usuarios a no utilizarlas, argumentando el tema de la inseguridad.
Sin embargo, públicamente no se han conocido incidentes de usuarios de estas aplicaciones, contrario al transporte selectivo, donde se han registrado denuncias de intentos de violaciones y robos. A las quejas del servicio de taxis convencional se le suman el mal trato y la conducción de los vehículos.
Por su parte, Rubén Arriola, director de la Consultoría del gestor al consumidor, apuntó que debe desaparecer el monopolio del que gozan los taxistas y catalogó de sana la libre competencia porque presionará a las cooperativas para que mejoren el servicio, desde el trato del taxista, las condiciones de las unidades y seguridad.
“¿Cuál es el miedo de libre competencia en el transporte? Un país se desarrolla cuando se deja de centralizar todo. Para desarrollar un país es necesario dejar los monopolios”, argumentó Arriola.
El artículo 3 de la Ley General de Transporte Terrestre (Ley 524) establece que “el transporte de servicio público terrestre de pasajeros, en cualquiera de sus modalidades, es un servicio que únicamente se prestará con fundamento en la concesión que otorgue el Estado, a través del MTI o las municipalidades. La vigencia y renovación de dicha concesión estará sujeta al estricto cumplimiento de lo establecido por la presente Ley y su reglamento”.