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CONTENIDO EXCLUSIVO.Al doctor Alejandro Lagos, quien entregó más de 20 años al Ministerio de Salud, le encanta bailar música romántica e ir al cine. Además, confiesa que parte de sus sueños no cumplidos es poder ayudar a todo el que lo necesite, porque por más que lo intenta no es suficiente.
¿Cómo se describiría en tres adjetivos?
Persistente, trabajador y exigente.
¿Cuál fue su juguete preferido cuando era pequeño?
Las pistolas de vaqueros y la estrella de comisario.
¿Qué olor la traslada a su infancia?
El olor a café de grano.
¿Qué animal le gustaría ser, en caso que pudiera convertirse en uno?
Un león.
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¿Cine o teatro?
Cine.
Refrán favorito.
No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista.
Música favorita para bailar.
Me gustan las románticas en inglés.
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Si le concedieran tres deseos, ¿qué pediría?
Estar siempre al lado de mi familia, que se terminara la pobreza en el mundo y construir hospitales para niños.
¿Qué quería ser de adulto cuando era niño?
Yo quería ser piloto.
¿Qué es lo más loco que ha hecho?
Una vez me quise cruzar un río aunque no sabía nadar solo para impresionar a mi esposa mexican (q.ep.d.).
¿Ha estado a punto de morir?
En una ocasión, tenía como ocho años, iba para la escuela e iba viendo para arriba y me atropellaron, pasé como tres días en coma.
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¿Qué comida no puede rechazar?
Gallopinto, tortilla y queso.
Un sueño no cumplido
Ayudar a toda la gente que lo necesita. Lo intento, pero ha sido insuficiente.
Si no fuera un doctor, ¿qué sería?
Sería un buen técnico.
Un mensaje para los nicaragüenses.
Que Nicaragua necesita gente que se supere, porque solo así veremos superarse a Nicaragua.