La Diócesis de León informó este jueves que el papa Francisco aceptó la renuncia de monseñor Pablo Ervin Schmitz Simon al gobierno pastoral de la Diócesis de Bluefields, Caribe Sur del país, y en su lugar fue nombrado Francisco José Tigerino Dávila, de 57 años, del clero de la Diócesis de León, hasta ahora rector del Seminario Nacional Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima en Managua.
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Monseñor Tigerino nació el 18 de octubre de 1963 en Chinandega, Diócesis de León, Nicaragua. Después de los estudios primarios y secundarios, de 1991 a 1993 estudió en la Rockhurst University de Kansas City (Estados Unidos), donde obtuvo el bachillerato en Educación. También estudió Filosofía y Teología en el Seminario Nacional Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima en Managua.
Fue ordenado sacerdote el 5 de enero de 2002, incardinado en la Diócesis de León.
Después de su ordenación sacerdotal ha desempeñado los siguientes oficios: vicario parroquial de la Inmaculada Concepción en Villanueva (Chinandega) (2002-2003), párroco y rector del Santuario Nacional Nuestro Señor de Milagros en El Sauce (2003-2009), miembro del Consejo Presbiteral de la Diócesis de León (desde 2005), secretario del Consejo Presbiteral (2006-2008), director espiritual del Seminario Nacional Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima (Managua) (2009-2012), párroco de San Blas en Chichigalpa (Chinandega) (2013-2016), responsable de la formación permanente del clero de la Diócesis de León (desde 2014), rector del Colegio Diocesano San Ramón (León) (2016-2017), rector del Seminario Nacional Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima (Managua) (desde 2018 hasta la fecha).
Obispo saliente: último y primero en Bluefields
El obispo Schmitz Simon fue el primer obispo de la Diócesis de Bluefields y el último del Vicario.
Schmitz asumió el obispado del entonces Vicariato de Bluefields el 28 de julio de 1994, tras la muerte del obispo Salvador Schlaefer Berg, quien era obispo titular. En enero de 2018 fue investido como obispo de la nueva Diócesis de la ciudad de Bluefields en una ceremonia, cuando ya tenía más de 20 años de ser vicario en la ciudad.
En 1913 la provincia eclesiástica de Guatemala a través del papa Pío X creó tres Diócesis: Granada, León y Managua y un Vicariato en Bluefields que incluía toda la Costa Caribe. Monseñor Pablo Schmitz es el último en la era del Vicariato y el primero al estar como titular en una Diócesis.
Monseñor Pablo Schmitz Simon, nació el 4 de diciembre de 1943, era apenas un diácono y antropólogo cuando arribó a Nicaragua el 2 de enero 1972. Desde sus 18 años formó parte de la Orden Franciscana de los Capuchinos y fue ordenado sacerdote por monseñor Salvador Schlaefer, el 3 de diciembre de 1970, en el pueblo Monte Calvario, estado de Wisconsin, EE.UU.
A su llegada al territorio nicaragüense, Schmitz estuvo a cargo de la parroquia de Larreynaga, en Managua, donde le tocó vivir el terremoto junto al padre Antonio Castro, a quien le debe haber salido con vida del fenómeno en 1972 que destruyó la capital. Sin embargo, la mayor parte de su vida sacerdotal ha sido en la Costa Caribe de Nicaragua.
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Empezó su trabajo pastoral en el Caribe en las parroquias de Bocana de Paiwas y Muelle de los Bueyes, como sacerdote coadjutor. En 1978 fue elegido como superior de los Capuchinos en Nicaragua, procedentes de Norteamérica, pero tuvo que dejar el cargo al ser nombrado obispo auxiliar del Vicariato de Bluefields el 22 de junio de 1984 y fue consagrado el 17 de septiembre de ese año en la ciudad de El Rama.
En una entrevista exclusiva con LA PRENSA monseñor Schmitz recuerda que tras la muerte de monseñor Schlaefer en 1993, él se convirtió en Vicariato Apostólico de Bluefields, la ceremonia de instalación fue en la Catedral de esa zona el 7 de octubre de 1994, día de la patrona de los blufileños, Nuestra Señora del Rosario.
Monseñor Schmitz recuerda que le tocó vivir con el pueblo de la Costa Caribe grandes fenómenos naturales como el paso del huracán Juana en 1988, el Félix en 2007 y Eta en 2020. También presenció los fallecimientos de sus compañeros de misión: monseñor Salvador Schlaefer en 1993 y monseñor David Zywiec Sidor en enero 2020.
“Llegué a Nicaragua en un momento especial. Yo he vivido grandes cosas desde terremotos, huracanes, la guerra de los años 80 y también un subdesarrollo de la Costa económicamente y poder luchar con los pobres campesinos de la parte Central de Nicaragua que han sido desplazados por los colonos. Este es un pueblo que siempre ha quedado marginado”, rememoró el obispo, quien sostiene que su trabajo en la zona del Caribe se ha basado en promover vocaciones religiosas.
Motivos de la renuncia
Schmitz explicó a LA PRENSA que los motivos de su renuncia se deben a la disposición del Código de Derecho Canónico de la Iglesia que establece que al cumplir los 75 años todo obispo debe renunciar.
“Yo en octubre del 2018 había mandado mi renuncia al santo padre cuando cumplí los 75 años. En ese momento no lo aceptó y mejor me entregó la administración a Siuna”, dijo monseñor quien cumplirá 77 años en diciembre próximo.
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Mencionó que se encuentra muy contento con el nombramiento del su sucesor. “Creo que el candidato va a hacer un buen trabajo, tiene mucho que aprender, que el trabajo de la Iglesia católica en el Pacífico es diferente a la del Atlántico, es muy diferente, tendrá que aprender”.