El espigado lanzador derecho nicaragüense Juan Carlos Ramírez, no solo ha demostrado tener de regreso el poder en sus disparos, sino que también ha mostrado disponer de un largo aliento y con otra presentación estupenda, llegó a cuatro victorias en la Liga Mexicana del Pacífico.
Ramírez condujo este sábado a los Tomateros de Culiacán a una victoria 10-2 sobre los Yaquis de Obregón, con una labor de siete entradas, en las que admitió cuatro hits y dos carreras, mientras regalaba un par de bases y propinaba cinco ponches para llevarse la victoria.
El nica, quien mejoró sus cifras a 4-2 y 1.74 en la actual temporada, tuvo un tempranero respaldo del equipo guinda desde el segundo episodio, al irse adelante 3-0, en un operativo liderado por Alexis Wilson con dos remolques. Para el tercer inning, ya ganaban por 5-0.
Eso permitió amortiguar las dos carreras de los Yaquis ante el tirador pinolero en el inicio del cuarto, cuando doblete de Leandro Castro empujó a Carlos Sepúlveda. La otra carrera fue producto de un elevado de sacrificio de Jesús Valdez para un 5-2, que no alteró a Culiacán.
Ramírez agregó tres ceros más en una llamativa consistencia y cuando entregó la colina a los relevistas Juan Pablo López y Jesús Castillo para los últimos dos episodios, los Tomateros ganaban 8-2 y no hubo reversión de una ventaja que resultó inalcanzable para Obregón.
Michael Wing se voló la cerca por los Tomateros, que sellaron la victorias sin contratiempos y Ramírez mejoró a 4-2 y 1.74 sus registros. Ha hecho siete aperturas y acumula 41.1 episodios, con 34 hits permitidos, ocho carreras limpias, 15 bases y 27 ponches propinados.
El orgullo de la colonia 14 de Septiembre, ha hecho constantemente disparos de 95 y 96 millas por hora, con una muy buena curva y cambio de velocidad, lo que sin duda debe abrirle las puertas para una nueva oportunidad en las Grandes Ligas para la temporada del 2021.
Hasta este momento, Ramírez no ha firmado un contrato, pero por la forma como está lanzando, se supone que es un asunto de tiempo para verlo de nuevo enrolado en una organización del beisbol de las Grandes Ligas. A sus 32 años, está más experimentado que nunca.