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Pozos contaminados tras el paso de los huracanes Eta y Iota en Nicaragua. LA PRENSA / CORTESÍA: BRISA BUCARDO

Pozos contaminados tras el paso de los huracanes Eta y Iota en Nicaragua. LA PRENSA / CORTESÍA: BRISA BUCARDO

Comunidades de Wiwilí y Puerto Cabezas claman por agua

Tras hucaranes y deslaves, hay escasez del líquido, pozos y ríos contaminados. El epidemiólogo Leonel Argüello advierte peligro de parasitosis, diarrea y fiebre tifoidea

El matrimonio Herrera Acuña, que habita en la comunidad San José en Wiwilí, tiene una bebé de año y medio, y desde hace dos meses — tras el paso de los huracanes Eta e Iota— quedaron sin acceso a agua potable debido a que el pozo quedó soterrado. Según Hábitat para la Humanidad Nicaragua, el agua que viene del cerro sigue saliendo sucia y la de los pozos huelen mal, ambas fuentes están contaminadas. Ante esta situación, muchas familias han optado por no beberla, temen enfermarse, pero tienen mucha sed.

“Solo la bebemos en café porque va hervida, me da asco porque está sucia y huele mal”, dijo Maribel Acuña, de 29 años. La posibilidad de que les restablezcan el servicio de agua potable es remota. Otro de las preocupaciones que tiene esta familia es la falta de cultivos.

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Irinieo Herrera había sembrado media manzana de frijoles para el consumo, pero el deslave del cerro Kilambé, en Wiwilí, lo dejó sin nada. Ahora deberá esperar hasta marzo para recoger otra cosecha, mientras tanto la familia deberá sobrevivir con lo que puedan.

Caribe Norte: pozos contaminados 

En la misma situación se encuentran las comunidades y barrios de Puerto Cabezas, en la Costa Caribe Norte, zona donde impactaron los dos ciclones en 2020, donde los pobladores se abastecen de agua por medio de pozos. Según líderes comunitarios los barrios con afectaciones son Rosario Murillo, Costa Azul, Barrio Nueva Jerusalén y El Muelle, y las comunidades como Halower, Wawa Bar, y Karatá.

“Después del huracán no todos los pozos fueron limpiados. La situación del agua de las comunidades en el litoral donde pegaron fuerte los huracanes es crítica, los pozos normalmente tienen agua salada, muy pocos son de agua dulce. Ahí quedaron totalmente inundados con agua sucia”, declaró Juan Carlos Ocampo, del Movimiento Pri Laka.

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Otro líder comunitario en condición de anonimato coincidió con lo expuesto por Ocampo y agregó que “la mayoría de pozos están contaminados, es un problema bastante serio, el nivel del mar subió y los ríos también están contaminados. Hay letrinas que se rebasaron. En Wawa Bar la gente anda incluso sin bañarse. Ya ha pasado más de un mes de los huracanes y todavía la gente no está bebiendo agua limpia, la gente se está enfermando, está el tema de la malaria”, señaló.

Pozos contaminados tras el paso de los huracanes Eta y Iota en Nicaragua. LA PRENSA / CORTESÍA: BRISA BUCARDO
Pozos contaminados tras el paso de los huracanes Eta y Iota en Nicaragua. LA PRENSA / CORTESÍA: BRISA BUCARDO

El defensor del Centro por la Justicia y Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua (Cejudhcan), José Medrano Coleman, apuntó que la población que no tiene recursos no ha logrado desinfectar los pozos y consumen el agua sucia o contaminada.

“Casi el 90 por ciento de la población no ha limpiado sus pozos, así que están tomando de ahí, porque aquí en Puerto Cabezas no hay agua de tubería. Ya para dos meses los efectos se están viendo en las familias costeñas como enfermedades bacterianas, diarrea, la lógica dice que si hubo inundaciones y no se desinfectó, no se aplicó cloro, siempre el agua estará contaminada y va a tener afectaciones a corto plazo”, manifestó.

Consecuencias para la salud 

El epidemiólogo Leonel Argüello, miembro del Comité Científico Multidisciplinario, afirmó que si bien es cierto en nuestro país una buena parte de la población, especialmente en el Caribe Norte, consume agua de pozos, la mayoría son excavados a mano, al cual le construyen un brocal y sacan el agua con baldes.

Argüello explica que cuando suceden desastres naturales como huracanes, básicamente todos los pozos quedan contaminados con heces fecales de humanos y animales, por ello señaló que es prioridad después del tipo de fenómenos “asegurar agua en cantidad y calidad para el consumo humano”.

Las consecuencias en la salud al ingerir agua contaminada con padecimientos como “parasitosis, diarrea, fiebre, vómito que desencadenan deshidratación que puede matar; hasta fiebre tifoidea, que si no es atendida a tiempo puede romper el intestino y poner en peligro la vida de la persona”.

Recomendaciones

El epidemiólogo insistió en que la población antes de tomar agua debe filtrarla previamente y en el mejor de los casos desinfectarla. “Se logra filtrarla pasándola varias veces por una tela limpia, se debe desinfectar, hirviéndola o aplicándole cloro o usando la luz solar. Pero todos estos métodos eliminan la contaminación física, microbiológica pero no la química”, señaló.

Así se encuentra el vital líquido en las comunidades de Wiwilí. LA PRENSA / HÁBITAT NICARAGUA
Así se encuentra el agua en las comunidades de Wiwilí. LA PRENSA / HÁBITAT NICARAGUA

Explica que otra técnica muy útil es conocida como “SODIS o desinfección solar del agua”, en la que se usa la temperatura mayor de 30 grados y la luz ultravioleta del sol para lograr eliminar los contaminantes biológicos, como virus y bacterias, pero no los químicos.

“La técnica consiste en tomar una botella de 1.5 a 3 litros, quitarle la etiqueta, limpiarla bien, llenarla de agua transparente las tres cuartas partes, ponerle la tapa y agitarla unos 30 segundos, quitar la tapa, terminar de llenarla, taparla y ponerla en el techo por 4 horas o más tiempo si está nublado o lloviendo. Después ya puede consumirla. Recuerde consuma agua segura todo el tiempo, usar vasos limpios y mantener tapado siempre los utensilios para comer”, detalla el epidemiólogo.

Hábitat Nicaragua entregará dos mil filtros

Ante la situación que viven las familias de Wiwilí, Hábitat para la Humanidad Nicaragua, en alianza con otras organizaciones, han llevado agua purificada a la comunidad. Como seguimiento están apostando por dotar a cada familia con un filtro de agua, que les permita poder tener agua limpia y segura para consumo.

Liza Rivera, gerente de desarrollo de recursos de Hábitat, dijo a LA PRENSA que al menos dos mil familias del Caribe Norte, Wiwilí y Rivas serán beneficiadas con los filtros de agua, iniciativa que nació “como respuesta a los pasos de los huracanes, se creó una estrategia de intervención que busca apoyar a dos mil familias con kits de agua segura acompañada de kits de higiene”.

Hábitat para la Humanidad Nicaragua como primer respuesta llevó botellas con agua a pobladores de comunidades en Wiwilí. LA PRENSA / CORTESÍA
Hábitat para la Humanidad Nicaragua como primer respuesta llevó botellas con agua a pobladores de comunidades en Wiwilí. LA PRENSA / CORTESÍA

Apuntó que han conocido que los sistemas de agua potables existentes fueron destruidos por los efectos de los huracanes. “Nos centramos en comunidades especialmente rurales, en algunas del Caribe Norte ya entregamos los filtros, mientras Rivas y Wiwilí esperamos enviarlos entre enero y febrero, estamos gestionando para abastecer a más familias”, señaló.

Para aportar a la causa, pueden ingresar a habitatnicaragua.org o hacer transferencias bancarias por medio de BAC – Córdobas: 351032024 y BAC – Dólares: 351220090 nombre de Hábitat y de esta forma contribuir a que más familias nicaragüenses tengan un acceso seguro al agua.

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