Nicaragua cerró el 2020 con 35,833 millones de córdobas en transacciones en la Bolsa de Valores, un número positivo con respecto al 2019, pero aún por debajo de lo alcanzado en el 2017. El empuje del mercado el año pasado se dio principalmente por mayores transacciones del Gobierno central.
Hasta diciembre en los diferentes puestos de Bolsa se transaron 26,143 millones de córdobas más que en el 2019, cuando apenas se logró 9,690 millones de córdobas, según cifras oficiales. Solo en el último mes del 2020 se negociaron papeles por 6,554 millones de córdobas, el 67.8 por ciento del total del 2019.
No obstante si se compara esas cifras con los saldos de 2018 y 2017, se observa una caída, puesto que en el 2017 se alcanzaron 47,173 millones de córdobas y en el 2018 fueron 101,553 millones de córdobas en transacciones. No obstante, cabe mencionar que muchas de estas operaciones son a plazos muy cortos, incluso de un día o una semana.
Pero más allá de eso, lo cierto es que pese al impacto de la pandemia, el 2020 fue un año bueno para el mercado bursátil nicaragüense, puesto que las operaciones crecieron 269.7 por ciento, principalmente por una mayor participación del sector público.
Aunque en marzo y abril los valores de operación del mercado fueron menores que el 2019, de mayo hasta diciembre del 2020 la tendencia cambió positivamente.
En declaraciones a LA PRENSA, el 25 de noviembre del año pasado, el gerente general de la BVN, Gerardo Argüello, reconoció que el sector seguía en crisis. “Estamos todavía en crisis, el crecimiento que se da es una especie de pequeños rebotes después de haber tenido dos años de caída importante, no es que estamos creciendo, sino que estamos rebotando de un nivel sumamente bajo”, sostuvo.
Expectativas para el 2021
Por tipo de emisor de papeles bursátiles, el sector público sigue siendo liderando las operaciones. Hasta diciembre del año pasado el Ministerio de Hacienda y el Banco Central habían liderado el 98.3 por ciento del total de transacciones, el restante lo hizo el sector privado.
Según el Presupuesto General de la República de este año, se tiene programado colocar 4,951 millones de córdobas en bonos con la expectativa de obtener liquidez por esta vía, esto es ligeramente superior a la meta del año pasado que era de 4,870 millones de córdobas.
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Hasta septiembre del año pasado el Ministerio de Hacienda había logrado colocar 4,464 millones de córdobas , equivalente al 91.7 por ciento de lo programado, lo que reflejaba una sobrejecución. Esto no incluye las operaciones del Banco Central de Nicaragua, que también usa este canal financiero.
Argüello en su momento señaló que la mayor parte de las transacciones en el 2020 fue con instrumentos emitidos por el Gobierno, pero los que adquirieron estos instrumentos fueron agentes del sector privado, que se han refugiado en este nicho de mercado ante la falta de financiamiento en el sistema bancario.
Nuevas colocaciones
Los números de la Bolsa de Valores de Nicaragua indican que el 99.07 por ciento del total de las transacciones se realizó en el mercado primario, es decir colocaciones nuevas y el resto optó por reportes opcionales.
Se observa que los plazos fueron cortos, de manera que el 41.2 por ciento de los inversionistas optó por un plazo de siete días; un 30 por ciento por títulos con plazo de 90 días, un 14.3 por ciento con plazos de 15 días y un 7.9 por ciento por 30 días.
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La caída más fuerte de la Bolsa se sintió en el 2019, porque en el 2018 la merma fue amortiguada por los primeros cincos meses de crecimiento en las transacciones, que luego en junio de ese año se volvieron negativas tras la profundización de la crisis sociopolítica, el aumento de la incertidumbre económica tras una brutal reforma tributaria y crecientes temores por sanciones internacionales contra el régimen de Daniel Ortega que deterioraron el riesgo país.
El mercado bursátil también se vio favorecido el año pasado ante la imposibilidad de los bancos locales de reactivar su principal negocio: la entrega de préstamos. Esto ocasionó que las entidades bancarias, al verse llenas de liquidez, se vieran forzadas a comprar papeles, para evitar tener demasiado dinero ocioso en sus bóvedas, más de lo que ya tienen.