Katring Ninell López Martínez, la joven asesinada la madrugada del 10 de enero en el municipio de Jalapa, Nueva Segovia, vivió los últimos minutos de su vida bajo indescriptible agonía y en manos de un depredador sexual.
Un escalofriante relato que forma parte de la acusación que presentó la Fiscalía en contra de los dos hombres que asesinaron a la joven, revela que ella aún estaba con vida cuando los imputados Bryan Flores Chávez y Jairo Pérez Castillo procedieron a lanzarla dentro de un sumidero, donde falleció por asfixia.
El crimen ocurrió después de la una de la madrugada, cuando la joven regresaba a la casa de su abuela Cándida Pichardo, después de celebrar su cumpleaños número 21 en compañía de amigos y familiares.
Katring regresó del centro recreativo Luz de Luna a bordo de una moto conducida por Yeison Adonai García, en la cual también viajaba como pasajero su primo Luis Carlos Padilla Martínez, pero al llegar a unos 30 metros antes de la casa de su abuela se detuvieron para compartir unos tragos de licor con Bryan Flores, quien se encontraba en compañía de su hermano Manuel y otros tres sujetos, entre ellos Pérez Castillo.
Minutos de angustia
Según la acusación, todos se encontraban ingiriendo licor en la acera de la casa de Bryan, pero minutos después Yeison Adonai se retiró del lugar a bordo de su moto.
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Posteriormente a eso de las 1:30 de la madrugada empiezan los minutos de angustia de Katring. Su primo se fue a la casa de su abuelita. Según la acusación, la joven le prestó el servicio sanitario a Bryan, quien accedió.
Ella ingresó a la casa de Bryan en dirección al baño, éste la siguió para emboscarla con la intención de violarla. Cuando salía del servicio higiénico, fue interceptada por Flores quien usó la fuerza física “y la condujo con violencia al cuarto que se ubica al costado sureste de la vivienda”, señala la acusación.
Agrega que en la habitación, Bryan continuó haciendo uso de la violencia para tratar de consumar la violación, pero que la víctima opuso resistencia para salvaguardar su integridad sexual. En su intento por neutralizar a la víctima, Bryan procedió a lanzarla de manera violenta contra el suelo, donde Katring quedó inconsciente tras golpearse la cabeza.
Su destino y los perpetradores
Segundos después, Bryan llamó al acusado Jairo Pérez Castillo, de 20 años, para que le ayudara a trasladar a Katring al patio del costado norte de la vivienda, justamente donde se localiza el sumidero.
“Fue así que de manera conjunta ambos acusados trasladaron a la víctima Katring Ninell López Martínez en estado inconsciente hacia el patio”, dice textualmente el libelo acusatorio. Posteriormente ambos acusados levantaron la tapa de concreto del sumidero y procedieron a lanzar a Katring dentro del mismo y con el fin de aumentar su sufrimiento y lograr que se hundiera, le arrojaron una pesa artesanal de 38.1 libras a la cual también le amarraron dos patentes de vehículos.
Luego procedieron a colocar la tapa en el orificio del sumidero y producto de la acción ejecutada por ambos acusados, la víctima “falleció por asfixia”, señala la acusación.
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Desde ese día la joven fue reportada como desaparecida y aunque Bryan decía desconocer del paradero de Katring, al final una cámara de video localizada en el lugar, captó el momento en que la víctima ingresó a su casa y luego desapareció misteriosamente.
La cámara apenas visible grabó su última imagen para siempre. Fue gracias a esos segundos de cinta que se logró saber cuál fue su destino y quiénes decidieron sobre él.
Tras verse acorralado, Bryan finalmente confesó el crimen ante la Policía y el 16 de enero las autoridades lograron extraer el cadáver del sumidero.
Eneyda Martínez Pichardo, de 43 años, madre de Katring, sospechaba desde un inicio que a su niña, a como solía llamarla, la habían lanzado aún con vida dentro del sumidero. “Todo hace indicar que a mi única hija que traje al mundo me la lanzaron al sumidero estando aún con vida, ya que estaba con sus brazos abiertos como queriendo nadar o salir de ese infierno”, explicó la madre de la joven.
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Por este macabro crimen, el exreo Bryan Flores Chávez está siendo acusado como coautor del delito de asesinato agravado y violación en grado de tentativa.
La Fiscalía también acusó a Jairo Pérez como coautor del delito de asesinato agravado y el 2 de febrero ambos estarán en el banquillo de los acusados, para evaluar en audiencia inicial sin son remitidos a juicio oral y público.
El viaje a la muerte
Aunque desde el 2020 Katring Ninell se había trasladado a vivir con su papá José Miguel López, a la comunidad de Escalante, del municipio de Belén, en el departamento de Rivas, su deseo era retornar a Jalapa a la casa de su abuela Cándida Pichardo, para celebrar su cumpleaños en compañía de familiares y amigos.
El viaje —que sería el último de su vida— lo emprendió el 13 de diciembre, un día después de recibir su diploma de bachiller.
El 9 de enero despertó en su natal Jalapa, en medio de felicitaciones tal y como ella quería y mientras transcurría el día aparecieron los planes, para no pasar desapercibida la fecha. Los que la vieron ese día la recuerdan feliz como muy pocas veces la habían visto antes.
“Ella estuvo muy contenta durante el día y al caer la tarde preparó una cena en casa de mi mamá (Cándida Pichardo) para compartir en familia y en la noche se fue a celebrar al restaurante Luz de Luna y hasta ese momento todo marchaba bien”, explicó la mamá de la joven, Eneyda Martínez Pichardo, de 43 años.
Flores ya había sido condenado por violación
Bryan Flores fue condenado en 2017 a 2 años y seis meses de cárcel por violar a una adolescente luego de embriagarla. Su condena fue corta porque era menor de edad cuando cometió el delito.
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“Lo que no me cabe en mi mente, es cómo gente con la que hemos convivido toda la vida le hizo esto a mi niña, cuando a las mujeres debemos de protegerlas y por eso no se debe permitir que sujetos como este se dejen en libertad, porque salen a lo mismo”, se lamentó la mamá de Katring.
Bryan vivía casi enfrente de la vivienda de la abuelita de la joven. Katring tenía contemplado regresar a la comunidad de Escalante el 11 de enero, para celebrar el cumpleaños 43 de su papá.