Este domingo arribó a Nicaragua un avión con un paquete de 200,000 vacunas contra el Covid-19 procedente de la India.
El régimen orteguista, por medio de la vicepresidenta designada y vocera de la dictadura, Rosario Murillo, informó hace unos días que Nicaragua recibiría el 6 de marzo una donación de 200,000 vacunas gracias a ese país asiático.
El portavoz oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de la India, Anurag Srivastava, refirió en su cuenta de Twitter desde el pasado 4 de marzo que salió el envío de las vacunas de Covid fabricadas de su país por avión para Guyana, Jamaica y Nicaragua.
Los medios oficialistas informaron que el donativo de vacunas de AstraZeneca fue recibido por Martha Reyes, ministra de Salud, y Carlos Sáenz, secretario general del Minsa.
El 2 de febrero último, LA PRENSA se comunicó con la sede diplomática de la India en Panamá y esta informó que la vacuna que vendría a Nicaragua era la Covishield, producida por el Serum Institute de India, con licencia de la universidad británica de Oxford y la farmacéutica británica-sueca AstraZeneca.
La Covishield además fue autorizada por el régimen de Daniel Ortega, para inmunizar a la población.
La sede diplomática de la India dijo a este Diario que la cantidad de vacunas que sería distribuida en el país es de 500,000 dosis, de las cuales 200,000 serían donadas y 300,000 vendidas.
En una alocución, la vocera del régimen manifestó que hay acuerdos con laboratorios de la India para la compra de una «cantidad grande» de vacunas del laboratorio que fabrica la AstraZeneca, pero no precisó el monto.
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“Vacunación voluntaria”
El régimen comenzó la vacunación en el país el martes pasado, en el Centro de Hemodiálisis del hospital Cruz Azul y en la sala de diálisis y hemodiálisis del Hospital Antonio Lenín Fonseca, con una donación que recibió de la vacuna rusa Sputnik V.
La inmunización contra el virus en Nicaragua dejó tres nuevas sorpresas: uno, la vicepresidenta designada, Murillo, afirmó que la vacunación en el país sería de forma voluntaria, obviando la emergencia que representa la pandemia; dos, a las personas vacunadas les hacen firmar un documento que hace constar que el paciente recibe la dosis de forma voluntaria; y tres, el plan inicial no contempla al personal de salud, que sigue al frente de la lucha contra el Covid-19.
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«Por medio de la presente manifiesto que estoy satisfecho/a con la información recibida sobre la aplicación de la vacuna Covid-19 y los síntomas que puedan presentarse. En tal condición, acepto voluntariamente que me apliquen la vacuna y eximo al Gobierno de Nicaragua y al Minsa de toda responsabilidad de eventos relacionados con ello», dice el documento que las personas firman antes de ser vacunadas.
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De acuerdo con las declaraciones que brindó la ministra orteguista a los medios de la propaganda del régimen este domingo, se podría inferir que se seguirá vacunando “a los grupos más vulnerables” y hasta después al personal de salud.
“Ya estamos vacunando a personas con enfermedades renales, cardiópatas, cáncer y posteriormente se continuará con el resto de las personas que presentan enfermedades crónicas de base, como hipertensión, diabéticos de acuerdo con la edad, al personal de salud de primera línea, que están de cara a la atención y personal de otras instituciones que también están de cara a la atención”, dijo.
Según Reyes, con esa donación se vacunará a 100 mil nicaragüenses.
El Covid-19 en Nicaragua
Según los datos oficiales, 6,489 nicaragüenses han padecido el Covid-19, desde que llegó el virus al país, hace casi un año, y de ellos 174 han muerto por la enfermedad.
Sin embargo, el Observatorio Ciudadano Covid-19 en Nicaragua reportó la semana anterior un fuerte incremento en el número de fallecidos sospechosos por Covid-19, al registrar 21 muertos, siendo la segunda semana más letal de la enfermedad en lo que va de 2021. El conteo de estos decesos corresponde al periodo del 25 de febrero al 3 de marzo. En este lapso, el Observatorio además reportó 69 nuevos casos de posibles de contagios con el virus, en ocho departamentos del país.
Lejos de las cifras del Minsa, que fueron cuestionadas desde el principio, cuando el régimen de Ortega no aceptó la peligrosidad de la pandemia, el Observatorio Ciudadano reporta hasta la semana reciente 13,140 casos sospechosos y 2,976 muertes sospechosas por Covid-19.
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