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CONTENIDO EXCLUSIVO.Michael Healy, con 30 años de experiencia en el sector gremial empresarial, decidió apoyar a Nicaragua a través de la gremialidad. Aunque ha figurado como posible candidato presidencial, asegura que no será así.
Healy se muestra amable y sin titubear cada respuesta. Con 58 años de edad, es un productor destacado y después de lo de abril de 2018 estuvo sentado en la mesa del diálogo. Desde entonces ha sido perseguido por el gobierno, el cual ordenó a tomatierras que le ocupen algunas propiedades a él y a su familia.
En esta entrevista, Healy responde a cuestionamientos que le hacen algunas personas de la sociedad civil y del gobierno a los empresarios, como el de Amaya Coppens, de que no quisieron apoyar un paro, y de Daniel Ortega, quien ha hablado de que los empresarios son ingratos y apoyaron un golpe de Estado contra él.
¿Cómo le ha ido como presidente del Cosep?
Ha sido complejo debido a la coyuntura que estamos viviendo. La situación sociopolítica ha complicado y ha creado una crisis económica que nos pone a nosotros mucho más alertas, mucho más enfocados en este trabajo.
¿Qué ha sido lo más difícil?
Cómo el gobierno entienda de que Nicaragua es de todos los nicaragüenses, que entienda que tenemos que salir de este atolladero y que está la mayor parte en manos de él, de este gobierno, buscar y enseñar esa voluntad para encontrar las soluciones de estos problemas, tanto a la crisis sociopolítica como a la pandemia. Y buscar cómo restituirles a los nicaragüenses sus derechos. El sufrimiento que tenemos los nicaragüenses con el asedio, la persecución. Día a día el sector empresarial (busca) como más empresas no quiebren, conservar el empleo, cómo buscar inversión.
¿Ha habido algún intento por restablecer el canal de comunicación entre empresarios y gobierno?
La ruptura la hizo el gobierno, no nosotros. La hizo cuando en enero del 2018 unilateralmente, con los sindicatos, tomaron la decisión de subir el salario mínimo en la negociación del salario mínimo, donde es bien clara y tripartita, por un lado, y por el otro lado, te especifica cuáles son los parámetros que te dan el número para el crecimiento del salario mínimo, que son el crecimiento del país más la inflación. El gobierno violó esa ley y tomó la decisión con los sindicatos de subirle sin consultarle o hacerle caso al sector empresarial.
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¿Y últimamente ha habido algún intento por rescatar ese canal?
No. Acordate que a nosotros nos tocan temas económicos, eso no quiere decir que no defendamos el tema de la libre empresa, el tema de los derechos humanos, de la justicia, de la seguridad. Para nosotros es importante porque son los pilares que llevan a tener desarrollo sostenible. Hemos sido enfáticos, si no se soluciona la crisis sociopolítica, de nada sirve sentarte a solucionar los temas económicos.
En la actualidad, ¿cómo está incidiendo el Cosep para que se resuelva la crisis sociopolítica?
El Cosep está compuesta por gremiales, no tiene mucha incidencia en temas políticos, sí trabajamos fuertemente en temas cívicos, como son campañas cívicas en temas de cedulación, de verificación, presionar para que haya democracia en este país. Como Cosep defendemos y vamos a seguir defendiendo la institucionalidad. Al tener poderes independientes, vos vas a traer mayor inversión. La inversión crea riqueza, al crear empleos estás creando riqueza. Nos interesa que todos los nicaragüenses tengan bienestar social.
Amaya Coppens se quejó de que tras abril de 2018 se pidió un paro a los empresarios y contestaron que no había tiempo para eso.
En 2018 hubo tres paros. El primero fue exitosísimo. El segundo lo que vimos fue que se paró nada más el 50 por ciento de las empresas y de la población. Porque nosotros tenemos nuestros mecanismos, acordate que el Cosep tiene representatividad en todo el territorio nacional. Fue una decisión de ellos (empresarios y población). Un paro nacional tiene que ser articulado juntamente con la sociedad civil y las empresas. Desgraciadamente eso no se dio en el segundo paro. Vos ibas a los departamentos y lo que veías era que la mitad de la población estaba activamente trabajando. Se llamó a un tercer paro, lo que vimos es que solo un 25 por ciento se paró, porque la crisis sociopolítica y económica que estábamos viviendo era tan difícil que la gente lo que estaba buscando era cómo sobrevivir y cómo alimentarse, y cómo conservar su empleo. Las empresas estaban buscando cómo sostenerse para conservar ese empleo. Me voy a la historia. A finales de los setenta hubo dos paros, uno de setenta y pico de días y el otro fue de ciento y pico de días y al final de cuenta no derrocaron a Somoza. Creo que los paros deben de ser articulados con estrategia, con visión, para poder lograr esos objetivos. No es porque me quiero parar. Sin esos objetivos no van a funcionar, como sucedió en 2018.
Daniel Ortega se ha quejado de que antes de 2018 le hacía concesiones a los empresarios y que después se le voltearon.
La labor de un gobierno es facilitar y crear condiciones para atraer inversión, atraer desarrollo, para crear riqueza para todos los nicaragüenses. En ningún momento ha habido concesiones, lo que hubo fue una relación en la cual, como empresarios, y a nivel mundial sucede lo mismo, se tienen que sentar con los gobiernos de turno para crear esas condiciones y esa facilitación para que tengamos mayor productividad, mayor competitividad, acceder a nuevos mercados. Les toca a los gobiernos apoyar al sector empresarial para crear esas condiciones. Desgraciadamente este gobierno en los últimos años no ha hecho eso. Es lo que nos tiene en este atolladero en el que estamos los nicaragüenses.
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Han surgido candidaturas presidenciales, ¿cómo las está viendo?
Hemos analizado, nosotros no nos metemos en política partidaria, no tenemos favoritismo por ningún candidato. Lo vemos positivo, creemos que tenés gente muy buena, que estas personas van a tener un gran reto y el reto es cómo crear esas condiciones para que podamos salir de este atolladero.
¿Alguna candidatura que vean con simpatía?
Todos los candidatos los vemos positivos, de primera categoría, que están dispuestos a dar su tiempo por Nicaragua, por la democracia, por la justicia y por el desarrollo.
Usted también ha figurado como posible candidato presidencial.
Tomé una decisión el año pasado cuando Upanic me lanzó a la presidencia del Cosep. Fue dar mi aporte a Nicaragua a través de la gremialidad, desde ahí es donde estoy trabajando.
¿Pero ha sopesado la posibilidad de ser candidato?
No.
¿Le han ofrecido algo en ese sentido?
No he tenido pláticas sobre eso.
“La política para nosotros es Nicaragua. Nicaragua es nuestro enfoque político. No podemos meternos en política partidaria ni en proselitismo político, pero sí podemos hacer temas cívicos como la institucionalidad, la cedulación, la verificación, observación…”. Michael Healy, presidente del Cosep.
Está naciendo una nueva ley en Estados Unidos que trata de empujar a que haya elecciones libres en Nicaragua. ¿Usted cree que pueden celebrarse elecciones libres?
Somos una gremial, no tenemos fines políticos, pero sí te puedo decir que en el tema de las reformas electorales sí hemos visto las propuestas, son necesarias para enrumbar a Nicaragua hacia la democracia con justicia, con seguridad. Estas reformas están enfocadas en recuperar la democracia. Nosotros apoyamos cualquier iniciativa que esté alineada para la recuperación de nuestros derechos, pero al mismo tiempo que podamos salir a las calles a ondear orgullosamente nuestra bandera, que podamos tener la libertad de expresión… pero también nos interesa el tema de la liberación de los presos políticos, nos interesa un sinnúmero de temas.
Los familiares de los presos políticos están sin esperanzas de que eso ocurra, de que puedan salir antes de las elecciones.
No debería de haber presos políticos en ningún país del mundo. Eso es erróneo, injusto, echar preso a una persona solo por protestar, por manifestarse o por ondear su bandera. No deberíamos estarlo viviendo los nicaragüenses, que tenemos una historia bien trágica. Desde el Cosep vamos a seguir presionando para que se liberen y se cumplan los acuerdos del 29 de marzo (2019), la liberación total de los presos políticos y al mismo tiempo recuperar nuestros derechos ciudadanos, fundamentales, para que podamos tener elecciones transparentes.
¿Le ve intenciones en sus discursos, en sus actuaciones, de que Daniel Ortega permita eso?
Daniel nunca habla de los presos políticos. Debería de tener esa intención de sacarlos porque son nicaragüenses y no han matado ni asesinado.
En sus respuestas usted hace notar que el Cosep no tiene fines políticos, pero históricamente el Cosep ha tenido su importancia.
La política para nosotros es Nicaragua. Nicaragua es nuestro enfoque político. No podemos meternos en política partidaria ni en proselitismo político, pero sí podemos hacer temas cívicos como la institucionalidad, la cedulación, la verificación, observación, para que se cumplan y todos los nicaragüenses podamos tener seguridad y que el que sea escogido en las elecciones del 7 de noviembre sea la persona indicada. El gobierno que se elija tiene que tener credibilidad.
¿Qué lectura le están dando al proceso de unidad opositora?
Todos los nicaragüenses debemos estar unidos y enfocarnos en salir de esta crisis.
¿De qué manera el Cosep está ejerciendo un papel para que se salga de la crisis?
Somos un sector privado unido y enfocado en solucionar los problemas del día a día de las empresas y cómo conservar el empleo y cómo generarlo. En los últimos tres años se han perdido casi 200 mil empleos formales.
¿Siente que de alguna manera Daniel Ortega quiere vengarse de los empresarios privados? Los ha acusado de apoyar un intento de golpe de Estado.
El golpe de Estado te lo dan las instituciones del Estado. Ni el sector privado ni el pueblo de Nicaragua son capaces de dar un golpe de Estado. La Constitución te dice claramente cómo se forman los golpes de Estado. Al final de cuentas es la población la que elige a los mandatarios, no es al revés.
Pero se nota que es como una revancha contra los empresarios.
Los empresarios no somos culpables. Quien es culpable, y ha tomado las decisiones unilateralmente, ha sido el gobierno.
¿Hay una diferencia entre el Cosep que dirigía José Adán Aguerri y el de ahora con usted? Me refiero a la postura política.
En el Cosep siguen siendo los mismos enfoques, los mismos valores, que es el tema de la libre empresa, crear las condiciones donde haya democracia, donde haya justicia, donde haya desarrollo y donde se respeten los derechos humanos. Eso es lo que nosotros trabajamos todos los días, pero, por otro lado, a José Adán le tocó vivir otra coyuntura totalmente diferente a la que yo estoy viviendo ahorita como presidencia. Ahora, la nueva coyuntura a mi me ha llevado a hacer una reingeniería aquí. O sea, nosotros, hoy nosotros ya tenemos un código de ética como Cosep y tenemos ahorita, estamos en la recta final de la reforma de nuestros estatutos. Por supuesto, todo esto consensuado y alineado con las 26 cámaras del Cosep, que son socias del Cosep. Por el otro lado, me entendes, nosotros hemos venido trabajando fuertemente, darle un nuevo giro a lo que es la fundación Cosep. La fundación Cosep está trabajando, reactivamos y hemos continuado trabajando en una plataforma digital que se llama ubicanica.jobs Esta plataforma lo que va a llevar hacia el futuro, me entendes, en un corto plazo, es ayudar a esos nicaragüenses que han perdido el empleo, de cómo formalizarse por un lado. Por el otro lado, y cómo tener acceso al empleo a través de una manera digital, donde vos tenes por un lado las empresas solicitando qué tipo de trabajador o empleado quieren, o profesionales quieren. Y en otro lado van a tener los curriculums de todas las diferentes personas que están aplicando. Y esto va a ser y esto va a ser un match automático con las empresas en temas electrónicos, en temas cibernéticos, por un lado. Por el otro lado, la fundación va a seguir y estamos trabajando fuertemente en temas de educación, estamos trabajando en temas de salud, apoyando a mujeres con VIH y apoyando a mujeres con cáncer uterin
¿En lo político?
Nosotros vamos a seguir trabajando y fortaleciendo la fundación para trabajar en temas sociales. Tenemos la responsabilidad social empresarial (RSE), que todas las empresas grandes, y muchas empresas de Nicaragua trabajan en esa línea, que son miembras del Cosep. Entonces, nosotros en temas sociales vamos a seguir apoyando y vamos a seguir trabajando.
¿En lo político?
En lo político, como te dije, el Cosep es una gremial, que aglutina 26 cámaras, en la cual no podemos hacer proselitismo político. Te vuelvo a insistir, para nosotros lo político es Nicaragua. Y tenemos que seguir trabajando por Nicaragua.
¿La postura frente al gobierno?
Nosotros vamos a seguir siendo firmes, que cumplan los acuerdos del 27 y 29 de marzo, que tengamos una reforma electoral con estándares internacionales.
¿Negociarían por debajo de la mesa con el gobierno?
Jamás vamos a negociar con el gobierno debajo de la mesa. Acuérdense que ustedes, el 3 de febrero, sacaron un editorial en que está clara la posición del Cosep.
¿Qué opina de Daniel Ortega y Rosario Murillo?
Un gobierno que es altamente cuestionado por violación de derechos humanos, a nivel nacional e internacional. Han sido muchos funcionarios de ellos sancionados por Estados Unidos y la Unión Europea. De ellos depende de que podamos salir de esta crisis que estamos viviendo, en paz. No entienden que son transitorios y cuando se tratan de aferrar al poder les hacen daño a los nicaragüenses y a ellos mismos.
Plano personal
Michael Edwin Healy Lacayo tiene 58 años de edad, de los cuales 47 los ha vivido en una finca.
Es rivense y está casado con Roxana Argüello, con quien tiene tres hijos. Todos los hijos de ellos están fuera de Nicaragua porque ya tienen sus vidas hechas y están muy bien, pero también debido al riesgo que correrían en el país en esta coyuntura actual.
Healy es hijo de un norteamericano que en los años setenta del siglo pasado le vendía caña a un ingenio propiedad de los Somoza Urcuyo, por lo cual en 1979 tuvo la familia que irse al exilio.
A Healy le encantan los deportes, especialmente la caza y la pesca. De la caza dice que prefería el venado, la guardatinajas y el conejo, pero que nunca cazó más de lo que se iban a comer.
También le encanta cocinar.