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El Santa Lucía dirigido por Mario Acevedo. LA PRENSA/ CORTESÍA ESPACIO FUTBOL

El cuento de hadas se vuelve real: Mario Acevedo, campeón con un humilde club de Guatemala

Dos goles en el tiempo de compensación, y con un jugador menos, convirtieron al capitalino en el primer técnico nicaragüense de la historia en coronarse en su temporada de debut

¡Por Dios! ¡Qué locura! Tantas emociones juntas en dos minutos. La felicidad puede volverse pesadilla de un momento a otro y viceversa. Mario Acevedo estaba logrando una hazaña en el futbol guatemalteco, pero estuvo a poco de convertirse en un trago amarguísimo, al dejar escapar una ventaja de cuatro goles (4-0) que al final milagrosamente supo hacer valer en el tiempo añadido marcando dos goles (a pesar de caer 5-2) con un jugador menos ante el poderoso Comunicaciones, logrando el primer título en la historia del FC Santa Lucía y la clasificación a la Liga Concacaf 2021.

“Este equipo es de mucho sacrificio y pulmón. Teníamos que ganar así”, afirmó Acevedo en los micrófonos de Canal 7 de Guatemala, tras conseguir una hazaña sin precedentes.  El técnico nicaragüense sacó rápidamente del descenso al humilde equipo de Cotzumalguapa, lo metió entre los mejores cuatro del campeonato contra todo pronóstico y a partir de ahí derribó barreras psicológicas y deportivas eliminando a clubes tradicionales: Guastatoya, el campeón 2020 en semifinal, y la inédita goleada y posterior coronación contra los Cremas, el club que formó como entrenador a Acevedo y lo mantuvo en sus filas desde 2010 hasta enero.

Mario Acevedo llora de felicidad.

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Nacido en Managua, pero criado en Guatemala desde los 5 años, Acevedo ha estado vinculado con el futbol nicaragüense desde el 2001 cuando jugó con la Azul y Blanco en las eliminatorias mundialistas de Corea y Japón 2002, y la Copa Centroamericana 2003 y 2005. “Quiero que la gente de Nicaragua, que han estado pendientes de mí, se sientan felices y disfruten el título que también va dedicado a mis dos hijos (Camilo y Marcela)”, cerró su intervención el técnico nicaragüense, quien en su debut como estratega hizo historia alcanzando el título.

Partido frenético

Comunicaciones salió a apretar y asfixiar desde el inicio. El Santa Lucía estaba entumido, adormilado, sin reacción ante el asedio frenético de los locales. El primer tanto tardó en llegar y después cayeron uno tras otro. El hondureño Junior Lacayo (39′) marcó el 1-0 en una segunda jugada  en tiro de esquina. Los Cremas siguieron encima y Stheven Robles (45+3′) anotó el 2-0 antes de irse al descanso. El miedo invadió a los Azucareros comenzando el complemento con el tanto de Nicolás Royón (47). “Entramos adormilados”, reconoció Rafinha, protagonista en los dos tantos del campeonato, al finalizar el duelo.

Braulio Linares evitó el 4-0 de Jorge Aparicio (51), pero no pudo hacer nada para evitar el doblete de Lacayo (54′) consumando la remontada, la primera en la historia del futbol guatemalteco. Las señales de reacción de la tropa de Acevedo eran insuficiente porque los Cremas olieron sangre y fueron a matar. Linares (59) mantuvo vivas las esperanzas desviando el remate de Oscar Santís, sin embargo nada pudo hacer para frenar el hat-trick del hondureño Lacayo, que le estaba dando el título al Comunicaciones.

El portero Kevin Moscoso (76′) mantuvo a los Cremas con las manos el título en la primera reacción de mérito. Todo apuntaba que la sensación del futbol chapín chocaba contra la realidad con un triste desenlace, tras la expulsión de William Amaya (85) por doble amonestación. El duelo se miraba cuesta arriba y Comunicaciones, con un jugador adicional, retrocedió para aguantar los siete minutos adicionales, no obstante, descuidó a los jugadores llamados a marcar diferencia, los brasileños del Santa Lucía: Rafinha abrió para Romario y el centro diagonal del volante lo cazó el central Thales (90+2′) para el 5-1.

La final estaba alargándose a tiempos extras con ese resultado, sin embargo, el guión tuvo un inesperado cambio de protagonista cuando Enrique Miranda (90+4′), quien había entrado de cambio, se quitó a dos rivales en el área y sacó un potente disparo transformando el cuento de hadas en realidad: Santa Lucía, un humilde que inició en puestos descenso levantó el título del futbol guatemalteco por primera vez en su historia con un entrenador nicaragüense en el banquillo.

Deportes Mario Acevedo archivo

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