Casi un año después de su crimen, Hilda Lucía Gudiel Hurtado podrá descansar en paz y su familia tener algo de tranquilidad.
La joven madre de 25 años murió a pocas cuadras de su casa en el barrio 30 de Mayo de Managua, cuando andaba comprando unos tacos en una fritanga.
El 23 de mayo de 2020 hubo un pleito entre pandillas, y un balazo que tiraron le pegó en el ojo derecho a la joven, quien falleció de manera instantánea.
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Testigos declararon que quien disparó el arma fue Kenny Osman Raudez Morán, de 22 años, a quien el pasado 20 de mayo, a tres días de cumplirse el año de fallecida de Hilda Lucía, le notificaron la sentencia emitida por el juez Félix Ernesto Salmerón Moreno, titular del Juzgado Quinto Distrito Penal de Juicio de Managua.
Kenny Osman fue condenado a 12 años y medio de prisión por el homicidio de Gudiel. Esta era la pena que había solicitado el Ministerio Público.
Según lo estipulado por el juez, Raudez Morán terminará de cumplir su sentencia el 24 de noviembre de 2032.
Dueño de fritanga testificó
El dueño de la venta de comida, Francisco Antonio Rodríguez, declaró en juicio y contó cómo ocurrió el ataque en el que perdió la vida Gudiel.
Rodríguez dijo ante el juez que él escuchó un escándalo en el que la agrupación conocida como Los 3D estaba buscando pleito y a las 8:15 de la noche llegó Hilda con otra vecina a comprar comida.
Nuevamente escuchó otro escándalo y vio que los jóvenes se acercaban por un ceibón, por lo que les dijo a sus vecinas que entraran rápidamente, en ese momento escuchó dos detonaciones y oyó “en el zinc de su casa como que hubiera caído arena en el techo”.
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Hilda Lucía no tuvo tiempo para entrar y Rodríguez solo vio que la joven cayó boca arriba, él salió para tratar de ayudarla y vio que la víctima tenía un disparo en el ojo derecho.
“Llegó a comprar y se armó un pleito de chavalos vagos al fondo, disparando, les dije que se metieran porque podía pasar algo, se iban metiendo y ella se quedó por último”, narró Rodríguez.
Aunque la joven fue trasladada al hospital por sus familiares, Gudiel llegó sin signos vitales.
Andaban armando pleito
La acusación de la Fiscalía detallaba que antes de ocurrir el crimen, Kenny Raudez junto a otros de Los 3D habían estado intimidando a varias personas.
En todo momento, el joven portaba en sus manos el arma artesanal de donde salió el disparo que mató a Hilda Gudiel.
Primero intimidaron a un adolescente de 15 años, Raudez junto a su grupo con un arma hechiza lo siguieron hasta su casa y como se metió a la vivienda, comenzaron a tirar piedras a la casa.
Este menor también fue un testigo clave en el juicio, ya que reconoció a Raudez, conocido como el Fish, como el sujeto que llevaba el arma artesanal, la cual describió como “un gran tubo, que parecía mecha de lampazo”.
Posteriormente, apedrearon a otro ciudadano que pasaba por la zona, y Raudez le realizó varias detonaciones, de las que el hombre logró escapar.
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Este hombre también declaró en juicio y reconoció a Raudez.
Cuando el dueño de la fritanga escuchó el “escándalo”, al parecer Los 3D estaban peleando con otros sujetos, y fue cuando Raudez disparó en dos ocasiones el arma hechiza, y aunque Hilda Gudiel estaba a una distancia de 96.7 metros, el disparo la alcanzó en el ojo derecho.
Pleitos constantes
En su declaración, el dueño de la fritanga, Francisco Rodríguez, dijo que cuando “en el barrio se dan esos pleitos solo nos metemos para adentro, tenemos la venta y llega la gente. Cuando llega la gente y se dan los alborotos, metemos a la gente para adentro”.
El pleito ocurrió a una cuadra de donde alcanzó el disparo a Hilda Lucía Gudiel.