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Ismael Munguía es el pinolero con mejores números en las Ligas Menores en 2021. LA PRENSA/ CORTESÍA

Ismael Munguía: “En dos años me veo jugando en Grandes Ligas”

Ismael Munguía siempre se ha considerado un muchacho necio, en constante movimiento. Le gusta gritar, soltar sus emociones, escuchar música con una bocina, golpearse el pecho como reflejo de su felicidad

Ismael Munguía siempre se ha considerado un muchacho necio, en constante movimiento. Le gusta gritar, soltar sus emociones, escuchar música con una bocina, golpearse el pecho como reflejo de su felicidad. Este muchacho no solo vive el juego, siente la vida, expresa a través de sus gestos cómo le hierve la sangre; mediante su euforia en el terreno contagia a sus compañeros. A sus 22 años Munguía es capaz de levantar a un muerto, soplar el polvo  y darle vida al partido.

Después de su paso en el Preolímpico de la Florida con la Selección Nacional se robó muchos elogios. Jugadores que han pasado por la Gran Carpa como Emilio Bonifacio vaticinó sobre el chinandegano. “No se olviden ese nombre: Ismael Munguía, acuérdense cuando llegue a Grandes Ligas”, indicó. También Marvin Benard con anterioridad había mencionado que le recordaba a su etapa en Ligas Menores. “Sin duda paso por el mejor momento de mi vida, escucho todo eso y le doy gracias a Dios. Yo acepto los elogios del lado bueno, pero no me conformo. Si ellos lo dicen no significa que uno debe relajarse, sino todo lo contrario, trato de exprimirme aún más”, agrega el nacido en el barrio Rosario.

Cuando le pregunto a Munguía qué le falta para llegar a Grandes Ligas dice: “Siendo honesto me hace falta experiencia, eso uno la agarra en el camino. La madurez de un pelotero no se gana fácil  y siento que no estoy listo, pero si puedo competir si surge de repente la oportunidad. He aprendido mucho de compañeros y coaches. Una cosa elemental es la mentalidad. Soy de mentalidad ganadora y fuerte, no importa si me voy de 4-0, el siguiente día espero irme de 5-5. Soy un guerrero y me gusta disfrutar”, confiesa.

Sobre en cuánto tiempo se ve arriba se moja: “Si continúo con este ritmo creo llegar en dos años, pero no me importaría esperar cinco, seis o siete. No me voy a rendir nunca por cumplir mi sueño”.

Fuera un boxeador

Si Munguía no estuviera jugando beisbol probablemente sería boxeador, pero un episodio en su vida lo cambió todo. “Me encanta el boxeo. Lo practicaba y me retiré cuando me ganó una mujer. Una vez en Chinandega me dijo que quería pelear conmigo, nos pusimos los guantes y cuando le quise pegar uno ya me había dado cinco, me terminé corriendo (entre risas). Ese día entendí que lo mío no era el boxeo”, reveló el muchacho que juega en Clase A fuerte para los Gigantes de San Francisco.

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“No soy conformista”

Con 5’10 de estatura su físico no impresiona a nadie, por eso ha admirado siempre a José Altuve y admite que nunca se siente cómodo estancado en algún sitio. “Odio al conformista. Me gusta luchar por mis sueños, alcanzar las metas. Mi primera meta era jugar primera división y lo hice, luego fue estar en los Tigres, también era firmar con una organización de Grandes Ligas y lo cumplí, después quería jugar en Estados Unidos zarpé de República Dominicana, más tarde me dije a mí mismo que solo un año estaría en la Liga Rookie y así fue, tras pasar a Clase A media me propuse no repetir ahí y ahora estoy en Clase A fuerte”, explicó.

Pocos robos de base

Para ser un pelotero rápido, que saca de quicio a los lanzadores, Munguía roba muy pocas bases. En esta temporada tiene cinco robos y su mayor número fue en 2019 con 13. Everth Cabrera, un jugador que tenía características similares a Munguía, robó en un año 73 bases y eso llamó la atención de su organización. “No he tomado el riesgo por mi propia cuenta. Me gusta pensar en el colectivo y no tanto ser individualista. He preferido recibir las órdenes del mánager que irme por mi propia cuenta”, asegura el pelotero chinandegano.

En 2018 Munguía pudo ver a su ídolo José Altuve y grabó un video mientras tomaba turnos al bate en Arizona. No tuvo la valentía de saltar hacia él y hablarle, pero espera hacerlo tarde o temprano cuando arribe a la Gran Carpa y cumpla el último paso de su sueño.

Deportes Beisbol Ismael Munguía archivo

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