A comienzos de 2020 LA PRENSA publicó un artículo mío cuyo título era “Hay que prohibir nuestra Flor Nacional”. En él obviamente no me refería al sacuanjoche, que tiene 50 años de ser oficialmente nuestra flor nacional. Estaba hablando de las bolsas plásticas que se encuentran en todos los rincones de nuestra patria. Las hay enredadas en las ramas de árboles, las cercas de alambre de púas, y en nuestras viviendas, caminos, ríos y playas al igual que los cauces donde congestionan el flujo del agua.
Las bolsas plásticas se distribuyen gratis en supermercados, tiendas y hasta pulperías. Tienen una vida útil de 20 minutos para sus clientes, pero son eternas por no ser biodegradables. Tan es así que en basureros públicos, como La Chureca, se estima que pueden durar hasta mil años. Es por eso que se han convertido en nuestra basura nacional por excelencia.
Mi conclusión en ese escrito era que Nicaragua tenía que sumarse a los más de 75 países que habían prohibido la importación de las bolsas plásticas o a los muchos otros —incluyendo Estados Unidos y Canadá— que cuentan con municipios, provincias o estados que las prohibían u obligaban que los comercios cobren por su uso.
Adelantando la película, recientemente visité a un supermercado La Unión, y al llegar al cajero noté que ya no ofrecía bolsas plásticas. El muchacho que me atendió me informó que Walmart Nicaragua –el dueño de más de 90 tiendas nacionalmente incluyendo dos Walmarts, las Unión y las Palí y Maxi Palí— había prohibido la distribución gratis de nuestra “basura nacional”. En su lugar, están promocionando la venta de unas bolsas más grandes y fuertes que pueden ser utilizadas en repetidas ocasiones.
Esta fue una grande y agradable sorpresa para mí. Tan es así que le dije al cajero que en términos cósmicos era un pequeño paso hacia adelante para Nicaragua, pero un grandísimo pequeño paso que ayudaría inmensamente a proteger a nuestro medioambiente. Era prueba de que aún en momentos políticamente difíciles hay novedades buenas en Nicaragua.
Felicito a Walmart por haber tomado este paso positivo. Con esto nos ha dado una muy necesitada inyección de optimismo. E insto a los otros establecimientos comerciales que todavía distribuyen las bolsas plásticas gratis a que sigan los pasos de Walmart. Al mismo tiempo, insto al Gobierno y al sector privado colaborar en educar a la ciudadanía a no seguir botando las bolsas plásticas y otras basuras en áreas públicas y a colaborar en recoger las decenas de millones de bolsas plásticas que ya están regadas y que le hacen un enorme daño a nuestro medioambiente.
El autor fue canciller de la República y embajador de Nicaragua en Estados Unidos
