Familiares aún no asimilan la pérdida del niño de 4 años, quien cayó en un agujero en el piso de la unidad de transporte colectivo de la ruta 117, cuando pretendía sentarse al lado de la ventana y cayó al pavimento, donde las llantas del mismo autobús pasaron sobre su humanidad la mañana del miércoles pasado.
La vela del menor se realizó en la vivienda materna, situada al este de la terminal de la ruta 111, en el barrio Ciudad Belén, al este de la capital. El féretro salió a eso de las 10:30 de la mañana hacia el municipio de San Lorenzo, departamento de Boaco; ahí sería velado y sepultado este viernes en el cementerio de la localidad.
Joseling Gaitán, mamá de la criatura, expresó que a la hora del accidente se encontraba en casa porque el menor estaba en la vivienda de la familia de su expareja, quien reside en Estados Unidos.
“Nosotros nos separamos hace dos años y quedamos que una semana lo tendría yo y la otra su familia. Mi hijo estaba con la familia de su papá cuando ocurrió la tragedia. Ese conductor debe pagar por lo que hizo. No vamos a llegar a ninguna mediación porque llegaremos hasta el final del juicio”, indicó la dolida madre.
“Era alegre”
La víctima será recordada como un niño alegre, extrovertido, le encantaba jugar con los otros niños, le gustaba bailar, era inteligente, porque ya pronunciaba algunas palabras en inglés y maneja a la perfección la tableta. “Me soñaba verlo en su primer día de clases, iba a ser un excelente alumno porque le gustaba estudiar. A su corta edad ya conocía los números”, recordó la mamá del menor.
Lea también: Muere un niño al caer por un agujero en el piso un bus de la ruta 117
Según la abuela paterna, quien está afectada por lo ocurrido, ella abordó el autobús junto a su nieto en la parada del Complejo Conchita Palacios, pero él se adelantó a buscar un asiento, mientras ella pagaba el pasaje al conductor.
“Solo vi que mi niño desapareció, le grité al conductor que se detuviera, hasta le di dos golpes, pero era demasiado tarde porque mi nieto cayó y las llantas le pasaron. Hasta yo me golpeé el rostro y no sé ni cómo”, recordó doña Gregoria Polanco.
Necesita psicólogo
Danfer Sequeira Solano, abuelo paterno del menor, comentó que su esposa necesita de atención psicológica porque lo que vivió fue muy impactante.
“Nosotros vamos a tener que buscar ayuda, porque mi esposa ha quedado bien afectada. ¿Quién va a querer hacerle daño a su nieto? Si nosotros jugábamos con él, era la alegría de la casa. Nos va a hacer mucha falta”, dijo Sequeira.
Puede interesarle: Así fue como matrimonio se apoderó de carro y moto que usaron en crimen de hermano de monseñor Solórzano
Tanto la mamá como el abuelo paterno del niño coincidieron en que la Policía no los ha buscado y no están seguros de que el conductor de la ruta esté detenido, porque es trabajador de la Cooperativa Parrales Vallejos.
“No puedo dar recomendaciones de cómo los conductores deben andar las rutas, porque no lo van a hacer. A ellos les vale cómo viaja la población en esos pedazos de buses. Además, no me van a revivir a mi hijo”, finalizó la joven madre, quien está embarazada de cuatro meses.
Hasta la tarde de este jueves, a diferencia de otros casos, la Policía no había emitido ninguna nota de prensa informando sobre el accidente.
Mientras que el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) condenó el accidente y exigió que la Cooperativa Parrales Vallejos responda por el hecho. “Tienen responsabilidad en esta tragedia”, y añadieron “Irtramma (el Instituto Regulador del Transporte de Managua) y la Policía también tienen responsabilidad porque si hubiesen revisado la unidad, el niño no habría muerto”.