Mientras el régimen promete grandes proyectos en su plan de lucha contra la pobreza en Nicaragua y prevé alcanzar el 95 por ciento de seguridad alimentaria para el 2026, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) incluyeron a Nicaragua como uno de los tres países de Centroamérica en riesgo de sufrir hambruna en los próximos cuatro meses de este año.
«Esto es motivo de profunda preocupación, ya que se prevé que los conflictos, las repercusiones económicas de la enfermedad por Covid-19 y la crisis climática eleven los niveles de inseguridad alimentaria aguda en 23 lugares críticos con respecto al hambre durante los próximos cuatro meses», detalla el informe.
Ambas organizaciones de Naciones Unidas también destacaron que «los obstáculos burocráticos, así como la falta de financiación» son otros factores que dificultan las iniciativas de los dos organismos para proporcionar asistencia alimentaria de urgencia a los países «y permitir que los agricultores siembren a escala y en el momento adecuado».
En el informe los organismos recordaron que en otras ocasiones ya habían advertido a los países que más de 41 millones de personas estarían en riesgo de padecer hambruna en caso de no recibir «de inmediato» asistencia alimentaria y alertaron que para este año «la tendencia no haga más que empeorar».
Situación de Nicaragua
De acuerdo con datos recientes del PMA, en Centroamérica hay casi ocho millones de personas en situación de inseguridad alimentaria. Nicaragua es uno de los 14 países a nivel mundial en riesgo de sufrir hambre, debido a que la característica circular del Corredor Seco en el país profundiza ese escenario, además de la poca acción de las autoridades para prevenirlo.
«La inmensa mayoría de quienes están al borde del hambre son agricultores. Además de prestar asistencia alimentaria, debemos hacer todo lo posible para ayudarlos a reanudar la producción de alimentos por sí mismos, a fin de que las familias y las comunidades puedan volver a ser autosuficientes y no solo dependan de la ayuda para sobrevivir», señaló al respecto la FAO.
El área del Corredor Seco en Nicaragua incluye los departamentos de León, Chinandega, Estelí, Madriz, Matagalpa y Nueva Segovia. En algunos municipios de estos departamentos, las precipitaciones son mínimas o nulas, lo que afecta la producción de alimentos, generando altos niveles de pobreza.
Para el sociólogo y experto en seguridad alimentaria y nutricional, Cirilo Otero, Nicaragua no está preparada para una crisis de hambruna y destacó que esta problemática social no está siendo abordada de manera integral por parte del régimen de Daniel Ortega «porque es un tema avergonzante», dijo el especialista en una reciente entrevista con LA PRENSA.
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Otero explicó que la seguridad alimentaria y nutricional depende de cuatro pilares fundamentales. El primero es el acceso, «que la gente pueda tener dinero para comprar en los mercados»; en segundo lugar, la disponibilidad, es decir que haya producción y suficientes bienes alimentarios en los mercados; el consumo, y para ello los alimentos deben estar en buen estado, y por último la utilización biológica, que son los nutrientes que cada alimento contiene.
El experto aseguró que si en Nicaragua no hay uno de esos cuatro pilares fundamentales «ya estamos en problemas».
El Consorcio de Organizaciones Humanitarias, en un reciente informe denominado «Los Rostros del Hambre en Centroamérica», detalla que en Nicaragua los municipios con un mayor porcentaje de población en inseguridad alimentaria severa son Macuelizo (56 %) y San Fernando (20 %), en Nueva Segovia.
«Las familias que dependen de la asistencia humanitaria para sobrevivir penden de un hilo. Cuando no podemos llegar a ellas, ese hilo se corta y las consecuencias son realmente catastróficas», reflexionó al respecto el PMA.
Promesa de la dictadura lejos de la realidad
En un escenario opuesto a lo planteado por la FAO y el PMA, Daniel Ortega y Rosario Murillo han manifestado que su gobierno tiene previsto —en el Plan Nacional de Lucha contra la Pobreza y para el Desarrollo Humano 2022-2026—, alcanzar en 2026 más del 95 por ciento de cobertura de la seguridad alimentaria en el país.
«Desde el año 2007 el Gobierno Sandinista promueve acciones para alcanzar una producción y consumo de alimentos suficiente, estable, saludable y con acceso oportuno, con un comercio responsable y justo para los productores y consumidores, de tal forma que el país alcance la completa seguridad y soberanía alimentaria y nutricional», detalla la Administración orteguista, pese a que la FAO y el PMA incluyeron a Nicaragua entre los países con «niveles críticos» de inseguridad alimentaria.
Entre los países con alto riesgo de hambruna durante los próximos cuatro meses, según la FAO y PMA figuran: Afganistán, América Central (Guatemala, Honduras y Nicaragua), Angola, Chad, Colombia, Etiopía, Haití, Kenia, Líbano, Madagascar, Mozambique, Myanmar, Nigeria, República Centroafricana, República de Corea, República Democrática del Congo, Sierra Leona junto con Liberia, la zona central del Sahel (Burkina Faso, Malí y Níger), Siria, Somalia, Sudán, Sudán del Sur y Yemen.
