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Ser libre exige valor

Sin libertad ya nadie es dueño de sí mismo, ya no es él, ella, ellos ya no somos nosotros que decidimos, nos están tiranizando y quieren que no opongamos resistencia para convertirnos irremediablemente en individuos sumisos.

Estamos maniatados, han puesto un detonante silenciador de metal en nuestra voz. Se están yendo las posibilidades de soñar en grande, ya no actuamos por voluntad propia, ya no podemos elegir, porque no somos libres, la opinión de todos es denegada, no conviene ser escuchada. Ya no pensamos por nuestra cuenta, la dictadura lo quiere hacer por todos y llevarnos al manicomio de sus pretensiones.

Un pueblo sin libertad habita días sombríos, se enturbia el mañana, se desvanece la esperanza, delira el futuro revoloteando en desespero, sabiendo que  otros toman la palabra y hacen manejos antojosos sin derecho sobre los ciudadanos. Se ha despotricado en enfurecida tempestad el sonoro silenciador a la protesta de la multitud que reclama libertad, quiere ser libre, están cortando los pasos de los sueños para un porvenir mejor. Una nación doblegada a los dictados erróneos de un tirano, solo para conquistar poder, está destinada al precipicio del retroceso.

La libertad es imprescindible para un país, es un estilo de vida para progresar. La ausencia de libertad genera odio, ultraje, encarcelamiento y retroceso en una sociedad. Pero también la libertad es mayormente amada y anhelada por los corazones patrióticos, utópica facultad negada y restringida tantas veces. El miedo, la ignorancia y el conformismo, y ese permanente temor de ser castigado o censurado, es un azote impuesto por dos tiranos, que se avizoran en altivo dominio y quieren hacerse dueños de lo que no les pertenece, mientras la multitud se asoma en reclamo de libertad.

Y ahora todo se muestra incierto, sin salida alguna, caminando sin tino y dirección, sin brújula, en enceguecidos pasos, por donde se mueven los de corto espíritu. Sin embargo, se escuchan evocaciones de detonantes auxilios, dignos y valientes llamados de esta rebeldía por ser libres, y la Patria está cansada, afligida, emancipando ya no ser presa del desconsuelo ni la incertidumbre. Un pueblo que se ha negado en todo tiempo a inclinarse a los exabruptos del tirano. Porque a como dijo Epicteto: “Un hombre no puede ser dueño de otro hombre”.

Pero esta Patria de lagos y volcanes, de arraigada osadía en la lucha por la libertad, seguirá encendiendo con denuedo la hoguera de la esperanza, sembrando ese amor genuino en los cimientos de la Patria. Este pueblo cree y tiene fe, sabe que la libertad es decir sí o no, digan lo que digan los adversos, lo que gusta o no, lo que conviene y lo que se quiere, es eso la libertad, el dominio absoluto del mismo ser. No puede un pueblo mirar el mañana con esperanza cuando su sueño de ser libre se lo impiden, es colocar un pesado yugo a sus aspiraciones.

La libertad por mucho que se le niegue como derecho legítimo a un pueblo, al final rompe los estanques de la opresión y ya no se es más presa de las ambiciones del dictador. Los ideales libertarios de este pueblo corren por las venas, dando voces de alerta de que un mañana en libertad es posible, que puede surcar la esperanza por el horizonte de la patria, que un sol de justicia puede iluminar la momentánea tristeza de la geografía, que se puede disfrutar como una nación bien gobernada, porque las personas libres piensan muy bien lo que hacen antes de decidir a actuar.

Hoy la esperanza la puede estar cubriendo un manto oscuro en los cuatro puntos cardinales de la Patria, puede una nube gris estar haciendo mella los anhelos de un mañana promisorio, puede que los ánimos y las fuerzas hayan decaído, puede ser que el dictador celebre que ha ganado un punto a su favor, a pesar de las maniobras y hasta a costa de sangre para seguir en el poder. El tirano ha construido su estadía sobre la base de arena y polvo movedizo. Los vientos de libertad son más fuertes y el derrumbe de esa edificación pronto se dará e irremediablemente se hundirá en el abismo del destierro. Nicaragua es de los nicaragüenses.

El autor es poeta y escritor nicaragüense.

Opinión esperanza libertad patria tirano archivo
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