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Guatemala manifestó su preocupación por las condiciones en las que se realizaron las elecciones en Nicaragua. LA PRENSA

Moody’s teme dos riesgos económicos inmediatos en Nicaragua tras el fiasco de los comicios que consolidan a Ortega en el poder

Esta es la segunda agencia calificadora de riesgo que se pronuncia sobre los efectos económicos que tendrán en el país los cuestionados comicios que han profundizado el aislamiento de Daniel Ortega

La agencia de calificación de Moody´s coincidió este martes con la advertencia que Fitch Ratings hizo sobre las dificultades de acceso a mayor financiamiento externo que afrontará Nicaragua tras el cuestionado proceso electoral que consolidó a Daniel Ortega en el poder y que a nivel internacional ha sido desconocido por más de una treintena de países, muchos de los cuales son miembros de los organismos financieros internacionales donde el Gobierno suele buscar financiamiento.

Ya la Nica Act- una regulación de Estados Unidos contra Ortega- había ocasionado que el régimen afrontara dificultades para obtener financiamiento, lo que ocasionó que la dictadura viera reducida drásticamente la obtención de recursos del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), pero tras los huracanes Iota y Eta el Gobierno había podido destrabar un remanente significativo de recursos, que según Fitch le permitirán sobrevivir hasta el 2023.

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Ahora Moody´s confirma esos temores. “El primero es el riesgo de sanciones de Estados Unidos que disminuyan el flujo de crédito que recibe Nicaragua de bancos multilaterales, lo cual complicaría la posición de liquidez externa del país, debido a que las opciones de financiamiento son cada vez más escasas”, según una declaración emitida por Moody´s.

Pero además añade otro elemento de efecto inmediato sobre la economía. “El segundo (riesgo) es la reacción de la comunidad empresarial local ante la situación política y el efecto que podría tener en la actividad económica y, sobre todo, en las perspectivas de crecimiento de mediano plazo”, indicó.

En el 2018, por ejemplo, el estallido de la crisis política ocasionó un derrumbe en la inversión privada local y el cese del ingreso de capital desde el exterior, lo que ocasionó una masiva destrucción de empleos, que hasta hoy no se han podido recuperar un poco más de 160 mil plazas.

Fitch ya estimó que luego de un sólido crecimiento de 5.2 por ciento este año, entre el 2022 y 2023 el potencial de expansión de la economía será menor “debido a una gobernanza más débil, que pesa sobre la inversión, el crecimiento crediticio moderado y las limitaciones del mercado laboral». Según la agencia calificadora entre el 2022 y 2023 el crecimiento del PIB será de 2.5 por ciento promedio anual.

“La probable victoria del presidente Ortega en las elecciones de Nicaragua ha sido ampliamente criticada por la comunidad internacional por no ser libre ni justa, lo que genera incertidumbre en dos aspectos”, dijo Moody´s, por su lado, al referirse a los dos riesgos antes mencionados.

De concretarse ambos escenarios, Moody´s dice que estos “riesgos tendrán un impacto en el perfil crediticio de Nicaragua, y podrían debilitar los beneficios de las medidas de ajuste que fueron tomadas por las autoridades para atravesar los sucesivos shocks de 2018 y 2020”.

En el 2019 el régimen de Ortega debió poner en mayor paquetes de reformas dirigidos a incrementar la carga tributaria y de la Seguridad Social para hacer frente a la caída de los ingresos ocasionados por la recesión, que pese a que ambos ajustes han reducido su rendimiento, aún continúan permitiendo al Gobierno mantenerse a flote.

En el 2020, el país mejoró su posición financiera al obtener préstamos por casi mil millones de dólares a través de las multilaterales para financiar proyectos de reconstrucción de zonas afectadas por los huracanes Iota y Eta, así como para reactivación económica por los efectos de la pandemia.

Y aunque Fitch cree que estos recursos ya pactados se van a desembolsar de aquí hasta el 2023, coincide con Moody´s de que si se incrementan las sanciones internacionales y el aislamiento, el Gobierno tendrá dificultades para buscar recursos frescos.

Los recursos externos en los últimos 15 años de administración de Ortega han permitido financiar el plan de inversión pública y debido a las restricciones entre el 2018 y hasta mediados del año pasado, este gasto se mantuvo frenado hasta que tanto la pandemia como los huracanes permitieron destrabar recursos, que ocasionaron que el gasto público en inversión este año creciera fuertemente.

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Además la recuperación de la economía ha sido estimulada en parte por los fondos externos, que suelen dinamizar la demanda interna así como otros factores como el aumento de las exportaciones e ingresos de remesas.

A lo que no se refirió Moody´s es sobre las amenazas al DR-Cafta, que a criterio de Fitch en el corto plazo no será tocado para afectar a Nicaragua. «Creemos que la administración de Biden será reacia a imponer sanciones dirigidas a la membresía del DR-Cafta, lo que podría dañar el empleo e indirectamente aumentar las presiones migratorias en la frontera sur de los EE. UU.».

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